El Concello ha concedido siete de cada diez solicitudes de las becas comedor para este curso. Fuera de estas ayudas se quedan 972 familias. La concejala de Benestar Social, Yoya Neira, explica que, lo primero que comprobaron los técnicos en la valoración de las candidaturas fue el nivel de ingresos. En este caso, fueron el 6% de las 3.194 solicitudes presentadas las que se quedaron fuera. Sin embargo, el mayor motivo por el que los estudiantes se quedaron sin esta ayuda fue por la falta de documentación. Hasta un 11% de las personas que iniciaron los trámites no aportaron los documentos acreditativos de que podrían ser merecedoras de estas becas, ni en la apertura del expediente ni en el plazo abierto para la subsanación de errores.

En este caso, se pedían, por ejemplo, sentencias de la custodia o el contrato de alquiler de la vivienda, que no fueron aportados durante el proceso, de modo que los técnicos no pudieron fallar en favor de los demandantes por falta de documentación.

En todo caso, Neira advierte de que, si durante el curso las familias precisasen una ayuda extraordinaria, por conciliación o por motivos económicos para que sus menores puedan quedarse en el comedor, el Concello cuenta con otros instrumentos, más allá de estas becas, y que podrán ser concedidos si cuentan con el visto bueno de los Servicios Sociales. Durante este curso, el Concello concedió 2.216 becas comedor, 1.016 más que en la convocatoria anterior.

En este año se modificaron las bases para que fuesen los propios menores los demandantes de las ayudas y no sus padres o sus tutores legales y se ampliaron los criterios de renta para que más familias pudiesen acceder a este recurso. Neira defiende que también se simplificaron los trámites para que fuese más sencillo solicitar la beca comedor y que llegase a más niños.