Viajar al pasado a través de la moda es posible. Lo demuestra la exposición Vestir Épocas. 1860-1960. La colección González-Moro que se puede visitar hasta el 14 de marzo en el Museo de Belas Artes. Comisariada por el arquitecto Fernando Agrasar y el especialista en moda Román Padín, esta muestra combina la exposición permanente del museo con una selección de objetos, vestido y trajes vinculados a las formas y gusto del vestir en Galicia desde mediados del siglo XIX hasta el XX. La colección pertenece a Ana González-Moro. "No hay piezas de grandes modistos, pero sí de grandes personas", revela Padín mientras observa un chaqué de Pedro Barrié de la Maza.

"Casi todo son piezas gallegas", cuenta Agrasar, que señala que esta indumentaria pertenecía a una "sociedad cosmopolita, culta y viajada". Fue en agosto del año pasado cuando el arquitecto se reunió con Román Padín para dar forma a la exposición. Llegó la pandemia, pero no consiguió acabar con las ganas de enseñar al mundo estas joyas de la moda, que desde ayer se pueden visitar en el museo ubicado en Zalaeta.

Las más de 300 piezas expuestas no se han agolpado en la sala para muestras temporales. Agrasar y Padín quisieron ir más allá. "Propusimos al museo instalar toda la colección en las salas, junto con la exposición permanente", recuerda.

Y así es cómo se encuentra el visitante los trajes, vestidos y accesorios de otra época, junto a retratos, paisajes y pinturas religiosas. "Las prendas no están ordenadas cronológicamente, pero sí hay un diálogo entre grupos temáticos", detalla Agrasar.

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Moda para viajar al pasado de A Coruña

En las diferentes salas del museo se pueden encontrar vestidos de boda, trajes de fiesta, prendas de comunión y ropa interior. "Hay piezas singulares, como dos casquetes de 1890 y un traje de goyesca", indica el especialista en moda, que siente predilección por tres vestidos de novia que se encuentran sobre una pasarela rosa fucsia.

"Todo en conjunto es como un gran objeto de arte. Nos dieron materia prima, que son los vestidos, y le hemos dado una estructura", resume Román Padín, que insiste en que "la moda es una manifestación cultural".

Aunque la muestra está dividida en nueve secciones, hay una muy especial que recibe el nombre de Wunderkammer o Cámara de las maravillas, que combina piezas únicas, como revistas y zapatos, con animales disecados. La ropa interior tiene parte de protagonismo en esta exposición, sobre todo porque "suelen ser prendas que se tiran, no se guardan". Antes de adentrarse en este mundo, la muestra sorprende con un vídeo creado por Jesús Madriñán y Manu Seoane. En él, un hombre y una mujer, que llevan trajes de época, se van desvistiendo hasta quedarse desnudos. González-Moro ha logrado reunir todas estas prendas mediante herencias familiares, donaciones y regalos de su círculo de amistades. Ahora, por primera vez, descansan todas juntas en el Museo de Belas Artes.