"Somos el sector peor tratado", se lamentó el presidente de la Asociación Provincial de Hostelería, Héctor Cañete, ante la situación que viven los establecimientos de la ciudad tras el cierre perimetral decretado el viernes por la Xunta y las restricciones impuestas a estos negocios sin tiempo para reaccionar y a las puertas de un puente festivo. "Es un cierre encubierto de la hostelería", manifestó Cañete, ya que la reducción de aforo y horario y la imposibilidad de acudir con no convivientes, hace que los clientes sean "mínimos", según dijo.

También aseguró que la crisis de la hostelería local es tan grave que puede derivar en el cierre definitivo de "entre el 30% y el 50%" de los locales del municipio, por lo que los empresarios han convocado una manifestación para mañana a las 18.30 horas desde la plaza de María Pita a la Delegación del Gobierno. Cuando concluya esta protesta, el comité organizador de la misma, que representa a la hostelería de toda la ciudad, se reunirá para decidir nuevas acciones, entre las que ayer se sugirieron una manifestación en coches, cortes de tráfico, o la insumisión fiscal que se irán adoptando en función de cómo evolucione la situación.

La Asociación Provincial de Hostelería difundió un mensaje entre sus asociados en el que expresaba su indignación por las medidas tomadas por la Xunta, lo que suscitó una llamada a la calma del Gobierno gallego a los dirigentes de este colectivo empresarial. También les convocaron a una videoconferencia con el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda que se llevaría a cabo por la tarde, pero se canceló a última hora y se pospuso para el lunes de forma presencial, aunque los hosteleros decidieron que no acudirán.

La intención de los empresarios con el encuentro virtual al que fueron convocados ayer era preguntar por qué se adoptaron estas medidas, cuál es el horizonte para su aplicación y qué ayudas se concederán. Sobre esta última cuestión, Cañete explicó que si no se sabe hasta cuándo se impondrán las restricciones, los hosteleros no podrán efectuar compras de productos ni podrán organizar a su personal.

"La hostelería está sufriendo como nunca lo había hecho, nos estamos arruinando", advirtió el presidente de la asociación, quien recordó que el cierre perimetral y la imposibilidad de reunirse con no convivientes "fue anunciado faltando una hora para las comidas, cuando estaba todo el producto comprado para el fin de semana y las comidas reservadas". Cañete consideró que a los hosteleros se les está "ninguneando" y que la situación es "dramática. "No vale que nos cierren con el BOE o el DOG, eso tiene que ir acompañado de unas ayudas para seguros sociales, las rentas y hasta el lucro cesante", se quejó el portavoz empresarial, quien puso de relieve que los patronos no pueden despedir a sus empleados porque se acogieron a los ERTE en la primera ola.

"Hay gente que va a perder miles de euros en mercancía simplemente por avisarnos en el último minuto", destacó Antón Sáez, portavoz de la asociación de hosteleros La Marina, para quien "no se pueden hacer las cosas así" y que actuaciones como esta abocan a algunos establecimientos al cierre definitivo porque los empresarios están avalando los créditos de forma personal y ante una situación tan crítica como la que viven ahora "están dispuestos a todo".

"Así no podemos trabajar, si hacíamos cien euros en una hora el fin de semana, ahora hacemos diez o cinco, o nada en algunos casos", se quejó Adrián Montes, portavoz de los hosteleros de la calle San Juan, que también respaldan la protesta que se realizará mañana.