El avance en el desarrollo del antiguo parque ofimático, el actual barrio de Xuxán, no supondrá por el momento la mejora de sus accesos, que en la actualidad se reducen a la rotonda de Eirís y a un estrecho vial que únicamente tiene salida a la carretera de Eirís en su parte más alta, ya que el Ministerio de Transportes renunció a construir un enlace en la avenida de Alfonso Molina y el Concello no lo incluye en la segunda fase de la urbanización de este polígono.

Son ya cuatro los edificios terminados, tres de ellos habitados, uno cerca de su remate. El bloque de viviendas sociales de la Xunta se halla en fase de construcción y tres nuevos inmuebles comenzarán a construirse en los próximos meses al haber sido adjudicadas las parcelas a dos cooperativas.

Pero los actuales habitantes de Xuxán y los que se incorporen en el futuro a las viviendas que se construyen y a las que está previsto que se inicien en los próximos años corren el riesgo de verse sometidos a continuos atascos para entrar y salir del barrio, ya que la rotonda de Eirís comunica con la ronda Camilo José Cela, uno de cuyos extremos es la rotonda de Matogrande, habitualmente colapsada por el tráfico que se dirige o procede de Alfonso Molina y Salgado Torres por un lado, del túnel de Eirís por otro, del polígono de Elviña por un tercero y, finalmente, del propio barrio de Matogrande.

La saturación de la rotonda de Matogrande llevó ya en 2009 al Ministerio de Fomento a plantearse la posibilidad de construir un paso subterráneo bajo ese punto con el fin de aliviar los atascos que se producen, pero el inicio de la crisis económica llevó a ese proyecto a caer en el olvido, sin que nunca más se reactivara.

La única alternativa a estos accesos que se construirá de forma inmediata es la conexión con Matogrande sobre las vías del tren, aunque tampoco resolverá el problema de la congestión porque una vez más habrá que llegar a ese punto a través de la rotonda que permite la entrada y salida en este barrio. Otra posible alternativa, aunque todavía sin ningún tipo de concreción, son los dos viales que el Concello propone construir para enlazar Xuxán con la futura Ciudad de las TIC que se creará en la antigua fábrica de armas, que por el momento no pasan de ser una idea.

La resolución del entonces Ministerio de Fomento del 21 de marzo de 2018 que aprobó el proyecto de ampliación de Alfonso Molina detalla que el ramal para el ofimático queda eliminado de esta actuación y que se propone su incorporación a la misma "cuando el ayuntamiento de A Coruña estime oportuna su ejecución, aspecto que se considerará al proyectar la plataforma del tronco de la avenida Alfonso Molina en ese tramo".

Al ser cuestionado por este periódico sobre la posibilidad de que se plantee en la actualidad la construcción de ese enlace, el Ministerio de Transportes contestó que el proyecto constructivo de la ampliación de la avenida está en fase de redacción y "considera la futura salida hacia el parque ofimático desde los carriles de la vía de servicio adyacentes al tronco de la avenida", y añade que ese ramal lo "ejecutará el Ayuntamiento de A Coruña", con quien está coordinando esta actuación.

Fuentes municipales confirmaron que el ministerio rechaza financiar la construcción del enlace, por lo que tendrá que hacerlo el Concello, aunque su puesta en marcha todavía está lejana, ya que al quedar fuera de la segunda fase de la urbanización del polígono su proyecto tendrá que ser redactado posteriormente. Transportes también informó que el pasado mes de agosto autorizó al Concello a concluir los trabajos de urbanización en Xuxán, que el Gobierno local pretende adjudicar antes de que termine este año.

Esa iniciativa tendrá un coste aproximado de 13,5 millones de euros y un plazo de ejecución de 18 meses e incluye la contención del desnivel del terreno frente al colegio de los Maristas y de los taludes que separan Xuxán de las vías del ferrocarril, así como la conexión viaria y peatonal con Matogrande a través de la calle Juan Díaz Porlier. La urbanización prevé también la instalación de 2.000 árboles, 35.000 metros cuadrados de césped y 7.000 de arbustos, 160 bancos y 16 fuentes, una pérgola de seis metros de ancho y un parque infantil.