Fernando y Nieves Seoane, históricos propietarios de la mercería La Crisálida, se dieron una vuelta por San Andrés el pasado sábado. Su retorno, tras la jubilación del primero y el fallecimiento de la segunda, hace tres años, se materializó en forma de homenaje, el que les brindó la compañía de teatro Caramuxo.

Los artistas eligieron convertir a estos dos entrañables personajes en monicreques, con el objetivo de hacerles protagonistas del proyecto de dinamización cultural Tras o cristal que el Concello puso en marcha en el marco del programa Presco como apoyo al comercio local.

Vecinos y comerciantes de San Andrés reconocieron, enseguida, a quienes representaban ambas figuras. La exitosa acogida de la puesta en escena, que consistió en una serie acciones teatralizadas en diferentes comercios de la zona, sirvió para plantar la semilla de algo más grande: los hermanos Seoane tendrán su propio espectáculo teatral, que verá la luz el próximo año y tratará el tema del comercio tradicional vinculado a la historia de la familia.

"El proyecto constaba de siete exposiciones de monigotes de Caramuxo en diferentes comercios y seis acciones teatrales. Comenzó con esta acción, que representaba a los hermanos Seoane volviendo a su mercería", explica Juan Rodríguez, integrante de la compañía Caramuxo. A la de la mercería La Crisálida la acompañaron otras piezas teatrales repartidas en otros establecimientos de la zona comercial, tales como la tienda de Intermón Oxfam, el Recuncho do Granel, el café Universal, el Almacén Concept Store o la tienda Vintage and Coffee. "En concreto, el tema de La Crisálida fue muy bonito. Fuimos caminando por San Andrés antes de entrar en la mercería. Todos los que los reconocieron mostraron que guardaban con cariño el recuerdo de los hermanos. Eran personajes muy especiales, parecían sacados de una película tipo Amelie", comenta Rodríguez.

Ahora, tanto el Concello como la compañía Caramuxo meditan el modo de trasladar la iniciativa a otros barrios de la ciudad e incluso adaptar la temática de la acción en función de la época del año. "Escogimos San Andrés porque es una zona más accesible para todo el mundo y porque estaba más vinculada a la mercería La Crisálida, pero la intención es llevarlo a otros barrios. Parece que funcionó, hubo vecinos que grabaron vídeos y los subieron a redes", relata el integrante de la compañía.