El Concello anunció que pondrá en marcha, en los próximos días, una serie de medidas para paliar los efectos de la segunda ola del coronavirus en uno de los colectivos más vulnerables, las personas sin hogar, que les ofrezcan alternativa en situación de confinamiento nocturno. La concelleira de Igualdade, Yoya Neira, presentó ayer el dispositivo, que anunció que el concello destinará 50.000 euros mensuales para proveer de alternativa habitacional a este colectivo a través de un hostal al que podrán acceder durante el toque de queda. El hostal tiene capacidad para 33 plazas, con la posibilidad de habilitar camas para que se pueda aislar a usuarios en caso de contagio. El acceso al servicio funcionará a través de la derivación de los equipos técnicos municipales, que estudiarán antes cada caso y que "trabajan codo con codo con las entidades sociales de la ciudad", aclaró Neira. El hostal estará equipado con personal técnico presente las 24 horas del día. Por otra parte, el equipo de calle Abeiro y el Semus seguirán trabajando en la calle para aquellos que no quieran hacer uso del recurso. La concelleira anunció que, en el caso de un nuevo confinamiento domiciliario, la previsión es poner en marcha, igual que en marzo, el pabellón de los deportes de Riazor en colaboración con el Sergas. El Concello aseguró que otra de las cuestiones que se barajan es la necesidad de dar acogida a las víctimas de violencia de género en una vivienda que refuerce la municipal, que en meses anteriores facilitó una entidad religiosa. Yoya Neira adelantó que se ampliarán, además, el Programa de Canguros Municipales, que será de carácter gratuito con la novedad de que se habilitará la opción de asistencia domiciliaria para los niños que se queden confinados en sus hogares por presencia de positivos en sus clases. Por otro lado, anunció la intención de reactivar la línea de teléfono Acompáñote, que se puso en marcha con parte del voluntariado con el objetivo de acompañar a las personas mayores que así lo deseen. "Estamos detectando la necesidad de hablar y relacionarse. Vemos que cada vez es más complicado por los cierres de los centros", apreció la Concelleira, que quiso agradecer a los voluntarios de los distintos programas su labor: "Son un buque insigne de A Coruña, con protagonismo propio".