Los buses de A Coruña limitarán a partir de hoy al 50% la ocupación de las plazas sentadas y a la sexta parte la presencia de viajeros de pié, según informa el Ayuntamiento. La medida es fruto de un acuerdo entre la Concejalía de Movilidad y la Compañía de Tranvías de A Coruña para aplicar las nuevas restricciones dictadas por el Gobierno gallego, que establece las citadas limitaciones en el contexto actual de estado de alarma por coronavirus.

Tranvías se compromete a poner en servicio el cien por ciento de su flota en funcionamiento y reforzar el servicio en las horas punta, para lo cual, según explica el edil de Movilidad, la concesionaria monitorizará la evolución de la demanda para comprobar cuáles son las líneas y los horarios con mayores necesidades de cobertura.

"A pesar de que reforcemos el servicio, las restricciones en el transporte urbano no son paralelas a las restricciones de movilidad, y, por tanto, es posible que se produzca saturación del servicio, pero la prioridad será controlar las capacidades”, comentó Villoslada.

"Donde ya se estaba reforzando el servicio, habrá que tratar de reforzar un poco más, al 110 por ciento, pero yo no puedo garantizar, teniendo en cuenta que se está planteando una ocupación de la mitad de lo que ya se estaba restringiendo, que se pueda llevar a todo el mundo en el bus, no es posible", advierte Ignacio Prada, director de la Compañía de Tranvías, en una entrevista en Radio Coruña. Recalca que las medidas de seguridad en los buses urbanas son "máximas" y el transporte público "es seguro".

La limitación de la ocupación en los autobuses ha sido mal digerida por el sector. El presidente de ATUC (Asociación de Transportes Públicos Urbanos y Metropolitanos), Manuel Ruiz Montañez, ha remitido una carta al conselleiro de Sanidade, en la que considera que la medida restrictiva "resulta innecesaria y muy perjudicial para un sector que ha venido sufriendo arduamente los efectos de la pandemia y las medidas derivadas de la misma". Añade que tal limitación "en contra de las evidencias, vuelve a estigmatizar al transporte público como un factor de contagio", lo que, en su opinión, "aumenta la desconfianza en este modo de transporte".