La hostelería ha sufrido, se ha manifestado, se ha visto obligada a cerrar por el coronavirus y ahora se está reinventado. Hay más de uno que echa de menos sentarse en una terraza o en el bar de siempre para tomar, con amigos o familia, la caña del fin de semana. Un bar de la Ciudad Vieja ha encontrado la solución a este problema. Ya que se puede dar servicio para llevar, o take away como dirían los más modernos, en una pizarra que se encuentra a las puertas del local ofrece a sus clientes de llevarse, en un vaso de plástico, una cerveza o sangría. No hay mesas ni sillas, pero sí ganas de seguir disfrutando, aunque sea caminando.