Las dos asociaciones del taxi de A Coruña prevén tener hoy una toma de contacto con el concejal de Urbanismo, Vivienda y Movilidad, Juan Díaz Villoslada, para buscar "unas condiciones dignas de trabajo para los asalariados" y una salida ante la caída de ingresos desde el inicio de la pandemia, agravada por el cierre de la hostelería y las restricciones previas de movilidad y de reuniones de no convivientes. Como telón de fondo y vía para atenuar el golpe, se encuentra sobre la mesa el debate de la regulación del sector.

Ambas agrupaciones llegan con opiniones casi contrapuestas a la cumbre. Una de las asociaciones, Radio Taxi, es partidaria de manera casi unánime por un mayor intervencionismo para aliviar al colectivo, acceder con más facilidad a las ayudas y lograr una mayor rentabilidad de su trabajo; y en la mayoritaria, Tele Taxi, apuestan por no tocar la reglamentación vigente, tal y como reconoce su presidente Manuel Sánchez Quindimil.

Las divergencias vienen de lejos, justo del día en el que se levantó el primer estado de alarma, el 8 de julio. Esa mañana se acabó la regulación establecida en el sector desde el 8 de abril por la que cada una de las licencias trabajaba un día sí, un día no en la ciudad. Este marco legal, refrendado por el Concello, permitía demostrar de forma inequívoca la reducción drástica de ingresos y así solicitar ayudas tanto para asalariados (ERTE al 50%) como para autónomos. Tres meses después, todos los vehículos volvieron a la calle y hubo votaciones en cada asociación para "sentarse a negociar con el Concello", según admite Antonio Vázquez, presidente de Radio Taxi, para mantener la regulación o ir adaptando la oferta al despertar de la actividad económica, tal y como se ha hecho en otras ciudades como "Gijón o Santander". En su agrupación el respaldo alcanzó un "95%", mientras que en Tele Taxi salió adelante el no, aunque con algo más de división. "Entre las dos asociaciones hubo más síes que noes, pero sí es cierto que la postura de la mayoritaria era negativa", apunta.

"Llevo 25 años en el taxi y a veces hay que echar horas, pero una cosa es eso y otra es hacer el ridículo, como ahora". Vázquez cree que el nuevo escenario hace que sus reivindicaciones cobren vigencia cuando las jornadas se multiplican y los ingresos se desploman. "Todos queremos tener un trabajo digno, hay que mirar el rendimiento. Se nos llena la boca con la conciliación y...", cuenta aludiendo a las interminables colas que se ven, sobre todo, cada tarde y el fin de semana en las paradas. Cuatro o cinco horas para aguardar una carrera y sin llegar a fin de mes, una realidad que provoca situaciones "dramáticas" con impagos de hipotecas y facturas en el núcleo familiar.

Quindimil, presidente de Tele Taxi, cree que si se volviese a votar saldría otra vez no: "Es lo que percibo. No sé si habrá soluciones milagrosas, ya hay algunas ayudas. Por las mañanas más o menos se mantiene y por la tarde ha bajado un poquito respecto a lo que había. Estamos todos mal. Y ahí está la Navidad e imagino que abrirá todo".