Una aplicación para decidir el receptor más adecuado de un transplante de riñón. Ese fue el trabajo de fin de grado del estudiante de la Universidade da Coruña (UDC) Jacobo Fiaño, que acaba de recibir, por este proyecto, el Premio al Mejor TFG Aplicado de la Facultade de Informática. "Es un orgullo muy grande para mí", confiesa el joven, que estudia el Máster de Ingeniería Informática de la UDC.

Para desarrollar su proyecto, se puso en contacto con los médicos del Hospital de A Coruña. "Hablé con nefrólogos y analicé cómo funciona el proceso de transplante de riñón de un paciente fallecido", explica. De esta forma, reparó en que "hay tareas que se hacen todavía de forma manual y es importante digitalizarlas para invertir menos tiempo".

Se refiere a cómo elegir al receptor del órgano, aunque la decisión final siempre la tiene el médico. "Trabajamos con ficheros de Excel, ya que los médicos controlan este sistema y así no teníamos que hacer algo nuevo. Así se puede hacer un filtrado inmunológico y del mejor paciente según los condicionantes. Hacemos un cribado, se le exponen los resultados al médico y este decide si está de acuerdo con los filtros", informa el estudiante.

Tras este cribado matemático, la aplicación indica un nombre, un paciente apto para recibir el transplante de riñón. "El nefrólogo selecciona al paciente que más merece el órgano", expone.

En este sistema entran en juego varios factores, detalla Fiaño, como el "tiempo que lleva la persona el diálisis, ya que su la calidad de vida es menor". De esta manera, la aplicación que ha desarrollado no selecciona al "paciente más compatible, sino al que más merece ese órgano". Jacobo Fiaño asegura que "no hay un estándar establecido a nivel nacional para saber los criterios para seleccionar el mejor transplante", por lo que esta herramienta es "muy específico del Chuac", ya que se ha desarrollado con los datos facilitados por el centro.

Para Fiaño, lo más interesante de este proyecto es que "se puede aplicar a un problema real". Ahora el máster apenas le deja tiempo para continuar con el estudio, pero espera poder retomarlo. "El desarrollo de aplicaciones médicas es lento, pero espero poder continuarlo y que se pueda poner en funcionamiento en el hospital", comenta, aunque es consciente de que la herramienta todavía tendría "que pasar estándares de protección de datos y de calidad", un aspecto en el que se centró menos en su trabajo de fin de grado.