La familia Franco ha puesto a la venta la casa Cornide por 3,5 millones de euros. Así constaba en el anuncio que la inmobiliaria de propiedades de lujo Philippot&Lloyd, a la que los Franco han confiado la operación, publicó ayer durante unas horas en el portal Idealista . La noticia de la venta no es nueva, pues ya se había publicado el pasado julio en la página web de la inmobiliaria. La novedad reside en que es la primera vez que se acompaña de la cuantía que sus propietarios piden por el palacete. Consultada por este diario, la inmobiliaria evitó hacer comentarios y procedió después a la retirada del anuncio del portal alegando "un error de redacción" y avanzando que pretende volver a publicarlo ya corregido. El anuncio, con una descripción de las once estancias que componen el edificio, de 1.430 metros cuadrados, se mantiene en otros portales, pero sin el precio.

Los Franco han dado el paso de desvelar el precio que piden por el señorial edificio de la Ciudad Vieja justo después de que el Ayuntamiento haya iniciado, con la preparación de una serie de informes históricos y artísticos, una petición de declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) para la mansión, que la Xunta estudia en la actualidad. La declaración de la casa Cornide como BIC obligaría a sus propietarios, bien familia Franco, bien futuribles compradores, a abrirla a visitas y comprometerse a su mantenimiento y conservación. El BNG ha instado al Gobierno autonómico a que agilice este trámite, algo que reclamarán hoy en la comisión de Educación e Cultura del Parlamento de Galicia mediante una proposición no de ley, movimiento que ha definido como "especialmente urgente" ante la decisión de la familia de poner a la venta el edificio.

Según la tasación para la venta del inmueble, el precio del metro cuadrado de la propiedad ascendería a 2.448 euros. Una información que la inmobiliaria encargada de la venta quiso reservarse hasta el momento, y que incluso, a día de hoy, sigue sin figurar en su página. Lo que sí ofrecen ambos anuncios es un detallado reportaje de los interiores de la casa Cornide, vedados hasta el momento a miradas de interesados y curiosos. Su acceso está restringido incluso para los expertos encargados de la redacción de los informes municipales, a quien la familia negó el permiso para valorar sus estancias interiores.

Uno de los expertos encargados de la elaboración del escrito comentó, en la presentación del mismo hace dos semanas, que la inmobiliaria responsable de la venta de la casa Cornide pedía a los interesados en su compra o su visita una especie de aval económico que asegurase la solidez de sus intereses.

La declaración BIC, de conseguirse, no privaría, no obstante, a la familia Franco de la titularidad del edificio. El Concello anunció su intención de iniciar acciones legales contra los actuales propietarios de la vivienda para devolverla a la titularidad pública. El Gobierno local se apoya, para esta reclamación, en un informe elaborado por el Instituto Cornide de Estudios Coruñeses, que desgrana el proceso mediante el que la propiedad termina en manos de Carmen Polo de Franco.

Una maniobra que las conclusiones del informe y la propia alcaldesa tachan de "fraudulenta", pues la vivienda pasó a manos de la esposa del dictador a través de una puja a la que solo concurrieron dos personas y que ganó Pedro Barrié de la Maza, prohombre del régimen y firmante en la Junta pro Pazo del Caudillo. El propio Barrié anunció ya entonces su intención de regalar la propiedad a Carmen Polo, que llegó finalmente sus manos en 1962 por 25.000 pesetas, un valor más de un 90% inferior al precio de tasación del inmueble, 344.000 pesetas en aquel momento.