La integración de la Escuela de Turismo en la Universidade da Coruña para convertirse en un centro público a partir de este curso ha tenido un efecto multiplicador en su capacidad para captar nuevos alumnos, ya que cubrió las 64 plazas que ofertaba para el primer año de estudios y que duplican el número de matriculados en 2019, que se situó en 33.

"El alumno ve ahora que el precio público es mucho más ventajoso a pesar de la situación del sector turístico", comenta Rosa María Mariz, coordinadora de la escuela, para explicar el fuerte crecimiento del número de estudiantes. Cuando pertenecía al Centro Español de Nuevas Profesiones, los alumnos de Turismo pagaban una matrícula en torno a los 400 euros y un pago mensual de la misma cuantía, mientras que al pasar a ser un centro público tan solo hay que abonar una matrícula de 591 euros, que sube a 1.034 si se trata de personas residentes en países ajenos a la Unión Europea.

"Estamos muy satisfechos y dadas las circunstancias más aún, porque podía ser que los alumnos no se interesaran por esta carrera", señala Mariz sobre el éxito conseguido en la atracción de nuevos estudiantes, uno de los objetivos que se fijaba el rectorado con la integración de la escuela en la estructura de la Universidad, a la que hasta el curso pasado estaba vinculada como centro adscrito.

Sobre la posibilidad de que en los próximos años se aumente el número de plazas ofertadas, Mariz advierte de que dependerá de la decisión que tome el rectorado, pero que "habrá que calibrarlo para el futuro" porque el fuerte incremento de este curso "igual fue producto de que es el primer año que se cobran tasas públicas". En caso de que finalmente se optara por dotar de más plazas al centro, la coordinadora indica que se podría plantear la posibilidad de crear otro grupo, ya que en la actualidad solo hay uno por cada curso.

En cuanto a la forma de integración de la escuela en la Universidad, por el momento forma parte de la Facultad de Filología al no ser un centro independiente. Mariz comenta que está prevista la creación de una Facultad de Turismo "pero ni siquiera el rectorado sabe cuándo porque depende de la Secretaría Xeral de Universidades" .

La integración completa de la escuela en la Universidad se produjo el 1 de agosto con el fin de que el curso empezara con total normalidad y se designó a una coordinadora del centro para colaborar en este proceso, ya que no dispone de su propio equipo directivo. La elección de la Facultad de Filología, situada en el campus de A Zapateira, para albergar estos estudios se justificó porque tenía espacio disponible en sus instalaciones, aunque Mariz señala que "con la pandemia se ha visto muy mermado", ya que ha sido necesario acomodar a los alumnos en las aulas de forma que se respeten las distancias de seguridad para impedir los contagios de coronavirus.

"La acogida fue buena y nos están ayudando mucho, ya que no tenemos derecho a participar en las comisiones de centro pero nos están invitando a participar en ellas", refiere la coordinadora de Turismo sobre la actitud de los responsables de la Facultad de Filología a su incorporación al centro.

Sobre el desarrollo de las clases en el campus, Mariz admite que ha habido "algún positivo y alguna cuarentena" entre la comunidad educativa, por lo que considera que "hay casi total normalidad dadas las circunstancias, que no son nada fáciles" . Según la coordinadora de Turismo, es complicado organizar la docencia en medio de una pandemia y destaca que a pesar de que un profesor se vio obligado a pasar una cuarentena, sus alumnos no perdieron las clases porque las impartió de forma virtual.

Sobre la actual crisis del sector turístico, Mariz admite que "está pasando un momento difícil a todos los niveles", aunque recuerda el dicho de que "nada puede hacer cambiar el deseo de conocer nuevos lugares y de viajar, porque es una cosa que llevamos inherente los humanos". Por ello confía en que esta actividad se recuperará, y espera que lo haga hacia finales del próximo años, pero que mientras llega ese momento la escuela participa en un proyecto "para analizar qué medidas se pueden articular para mejorar las condiciones del sector a medio plazo".