La Xunta ha otorgado "autorización administrativa" a Red Eléctrica, empresa público-privada que gestiona la alta y la media tensión en España, para ampliar la subestación de Eirís, uno de los pasos iniciales de un proyecto de mayor alcance incluido en el Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica 2015-2020, que permitirá construir una segunda vía de alimentación energética para A Coruña y su provincia entre este nodo de la avenida de Monelos y una futura subestación a levantar en Abegondo. Todo con el objetivo de asegurar el suministro y prevenir grandes apagones como los ocurridos en 2013 y aliviar el cargado punto de distribución de Mesón do Vento, que abastece a la ciudad y a gran parte de su entorno a partir de su conexión con el Puerto, a través de Sabón y A Grela. La inversión será de 2,2 millones de euros, una pequeña parte de los más de 65,4 previstos para esta nueva vía entre Eirís y Abegondo, que está dando sus primeros pasos.

La actuación en el punto energético de Eirís, construido en 2014 para dar servicio a los barrios de su entorno como Matogrande, Xuxán o Monelos y que supuso la desaparición de torres de alta tensión en el entorno del castro de Elviña, consiste en la construcción de "dos posiciones de llegada de la futura línea Eirís-Abegondo 220 kV", que será de doble circuito, según apuntan fuentes de Red Eléctrica, y que conectará con Abegondo para luego sumarse a la red que discurre entre As Pontes y Mesón do Vento.

La subestación de Eirís será uno de los extremos de esa conexión de alivio, cuyo proyecto se hizo público en 2015 tras la aprobación del plan energético impulsado por el Ministerio de Industria del popular José Manuel Soria. Estas actuaciones, que incluyen también la instalación de una línea de alta tensión al aire que atravesará varios concellos de la comarca, generó cierta contestación vecinal e impulsó que ayuntamientos como el de Abegondo presentasen alegaciones por el impacto ambiental de las torres y de la subestación, que pretenden levantar en O Folgoso. Esos reparos no han sido contestados a día de hoy por parte de Red Eléctrica, según fuentes del Concello abegondés.

Este proyecto, aún incipiente, nació en 2013 tras dos apagones, uno en A Coruña y otro que afectó, entre otras localidades, a Arteixo y que supuso que más de 170.000 personas estuviesen sin suministro durante horas los días 11 de abril y 11 de junio. Estos hechos, la fuerte presencia industrial en la zona y la posibilidad de una rentabilidad económica casi inmediata alentaron que en 2015 se aprobase esta inversión de más de 60 millones. "Los análisis de 2020 muestran que con la red actual no se puede satisfacer la seguridad del suministro porque se producen sobrecargas inadmisibles que derivan en energía no suministrada", avanzaba entonces en el Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica 2015-2020, impulsado por el Ministerio de Industria, antes de ahondar en las razones que explicaban la inestabilidad y obligaban a una intervención para descargar de presión al nodo principal de la zona. "Existe un importante mercado sensible a posibles indisponibilidades, no solo por avería, sino también por trabajos programados. Debido a esto, se precisa el mallado de la red de la zona para mejorar de forma significativa la seguridad de suministro y, al mismo tiempo, disminuir la criticidad de la subestación Mesón 220 kV", concluía.

El documento advertía de que "un fallo" en la subestación de Mesón do Vento "tendría consecuencias catastróficas que derivarían en la pérdida de la alimentación de mayor parte de la demanda de la provincia" y consideraba que, a pesar de la fuerte inversión, la rentabilidad económica era "muy alta".