El documento de Líneas Estratégicas para Reordenación del Espacio Portuario Interior elaborado por expertos de la Universidade da Coruña, encargado por el Concello y presentado ayer en la comisión municipal sobre el Borde Litoral plantea que los muelles de Calvo Sotelo y la Batería conserven los usos terciarios que autoriza el plan general de la ciudad, aunque con edificabilidad rebajada, en esos terrenos, para los que también defiende que mantengan su carácter público. De acuerdo con la normativa urbanística, eso permitiría la instalación en ambos malecones de establecimientos comerciales, de hostelería, hoteles, oficinas, espectáculos y actividades recreativas, así como almacenes, cuyos impulsores tendría que instalarse allí en régimen de concesión.

La propuesta universitaria incluye que la edificabilidad terciaria se reduzca en los dos muelles, aunque sin precisar en qué proporción. El plan general prevé que en los 64.397 metros cuadrados de Batería y Calvo Sotelo puedan construirse 50.000 metros cuadrados de instalaciones de este tipo y edificios hasta con nueve alturas. La única indicación que efectúa el plan sobre la futura ordenación urbanística para esos muelles es que los edificios de Batería no deben sobrepasar la altura de los inmuebles con valor patrimonial situados en sus límites, en referencia a La Terraza y el Kiosko Alfonso, así como que los usos terciarios deben ser "compatibles" con "la centralidad y las características urbanas de los espacios públicos".

Otro de los planteamientos que efectúa la institución académica es que Calvo Sotelo se convierta en el principal punto de atraque de los cruceros turísticos, para lo que habría que instalar una nueva terminal en uno de sus extremos. Con esta medida se permitiría el uso por la ciudadanía del muelle de trasatlánticos, en el que las medidas de seguridad impuestas en todos los puertos tras los atentados del 11-S de 2001 impiden ahora el paseo y alejan a esa parte de la ciudad del mar, según recoge la propuesta.

Además de los usos comerciales, el documento apuesta por implantar en ambos muelles los de tipo público. En Batería se señala que podrían ser "polivalentes e indeterminados con un carácter simbólico" y menciona entre ellos los deportivos, musicales y los culturales. En el caso de Calvo Sotelo plantea que los antiguos silos de Cementos del Cantábrico sean rehabilitados para acoger actividades culturales. El plan general ya prevé la conservación de esos depósitos y la propuesta universitaria incluye además la del mareógrafo y algunas de las grúas de este muelle que quedarán en desuso para que sean exhibidas como muestra del patrimonio portuario.

Para el muelle de trasatlánticos, el estudio propone que se convierta en una extensión de los espacios públicos de O Parrote y la Marina, así como que se produzca una "liberalización parcial" de sus terrenos para que puedan ser utilizados para el paseo por la ciudadanía.

La integración de los muelles con el tejido urbano aparece también en los planteamientos de estas líneas estratégicas para Calvo Sotelo y Batería, de forma que tengan relación con las zonas de la ciudad más próximas, aunque sobre el segundo de ellos se advierte que la avenida do Porto constituye una "barrera" entre ese muelle y los jardines de Méndez Núñez, así como que el muro del puerto no puede ser suprimido debido a su valor patrimonial. Por eso sugiere que se facilite el cruce peatonal entre la zona verde y el muelle, además de que refuerce el valor patrimonial y paisajístico de los edificios más próximos.

El equipo autor de esta propuesta trabaja ya en la elaboración de la que afectará a la segunda fase de los terrenos portuarios que quedarán liberados, la de San Diego, cuya ordenación urbanística vigente permite la construcción de centenares de viviendas y equipamientos comerciales, lo que suscita la oposición de la mayoría de los grupos políticos municipales. Más adelante, la propuesta se extenderá a los muelles del Este y de Linares Rivas.

"Nos jugamos el futuro de la ciudad, por lo que es necesario un consenso político e interinstitucional y aplicar un mecanismo que permita la participación ciudadana en este proyecto", declaró ayer el concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, sobre esta propuesta, de la que advirtió que puede experimentar cambios "a medida que avance su diseño definitivo". También mencionó la intención del Concello de que se cree una "entidad pública" gestione la transformación de los espacios portuarios.

Villoslada destacó que el estudio de la Universidad, además del acceso de la ciudadanía a los muelles, plantea que en esos se instalen "actividades productivas competitivas y sostenibles" que garanticen también "el equilibrio financiero de la infraestructura", en referencia a la deuda del puerto.