La elevada edificabilidad que autoriza el plan general para la zona portuaria de San Diego puede mantenerse pero debe ser reducida de forma sustancial, según la propuesta que prepara el equipo de la Universidade da Coruña que redacta por encargo del Concello las Líneas Estratégicas para la Reordenación del Espacio Portuario Interior y cuyo fin es servir de base para que las administraciones alcancen un consenso en el futuro sobre los muelles.

El estudio, del que el jueves se presentó el avance de la propuesta para los muelles de Trasatlánticos, la Batería y Calvo Sotelo, expondrá el próximo mes un planteamiento para San Diego en el que se defenderá la continuidad de la actividad económica que ahora se desarrolla en ese muelle y se propondrá rebajar de forma radical el número de pisos y equipamientos comerciales que ahora permite la normativa urbanística de 2013.

Carlos Nárdiz, director del equipo que redacta esas líneas estratégicas, destacó ayer que la encomienda que le realizó el Concello es la de "plantear alternativas a la situación actual" y recordó que el plan general prevé para los terrenos de San Diego que se dedique el 86,96% de la superficie edificable a a viviendas y el resto a usos comerciales.

Frente a esta ordenación, Nárdiz avanzó que en la propuesta que presentará la Universidad figurará el mantenimiento de las empresas que ahora operan en San Diego y que el muelle petrolero será el único para el que se admitirá la posibilidad de que tenga uso residencial, aunque advirtió que tan solo "podría soportar una cierta cuota de viviendas" y que además sería después de que los terrenos ahora ocupados por Repsol experimenten una "regeneración radical".

El equipo de la Universidad que elabora las Líneas Estratégicas sobre los terrenos del puerto considera que cada uno de los espacios de la zona de San Diego "tiene una vocación distinta de transformación", de forma que la actual estación de mercancías de Adif "tendría que dar continuidad al parque de San Diego y resolver carencias de equipamientos que se están produciendo en los barrios de Os Castros y A Gaiteira", según explicó Nárdiz.

Los terrenos que componen la zona 2 del Plan de Transformación del Puerto incluido en el plan general comprenden el muelle de San Diego y el petrolero, así como la estación de mercancías. Su superficie es de 377.057 metros cuadrados y su edificabilidad de 396.268 metros cuadrados. Teniendo en cuenta que la mayor parte de ese volumen edificable se destinaría a uso residencial, cabría la posibilidad de construir miles de viviendas, a las que se añadirían amplios equipamientos comerciales.

Este planteamiento nace de la decisión adoptada en 2004 de financiar la construcción del puerto exterior con la venta de los muelles que dejasen de tener uso portuario, plasmada en unos convenios que establecían que todo el suelo destinado a viviendas se localizaría en la zona de San Diego. Esa ordenación quedó incorporada al plan general de 2013 y la Autoridad Portuaria mantiene que debe continuar para garantizar el pago de su deuda por las obras de punta Langosteira, ya que ponen en riesgo su viabilidad financiera, aunque existe un amplio consenso para modificar los acuerdos sobre la venta del suelo del puerto.