Ni la pandemia ha conseguido acabar con el afán de esfuerzo de Ximena Sánchez. La exalumna del instituto Zalaeta ha conseguido el Premio Extraordinario de Bachillerato que otorga la Consellería de Educación de la Xunta. La guinda a un curso complicado. "La verdad es que estoy muy sorprendida. Estaba muy nerviosa en los exámenes y tuve dudas. Además, los hice después de un verano muy movido por la situación actual y la búsqueda de Universidad", relata la joven.

Ahora vive en Santiago de Compostela, donde cursa el primer año de Química. "Cuando estaba en la ESO, ya tenía esa idea porque me gustaba mucho la asignatura", cuenta Sánchez, que pasó sus años de Secundaria y Bachillerato en el Zalaeta.

Ha recibido el premio mientras disfrutaba de su nueva vida universitaria, que quizá no es como esperaba, pero sí le está aportando cosas muy positivas. "Vivir en otra ciudad está muy bien y todo es nuevo. La Universidad desilusiona un poco al principio porque hay menos clases presenciales. Durante los últimos años, tenía en mente otro modelo", desvela, aunque asegura que le gustan "muchísimo" todas las asignaturas.

El Premio Extraordinario de Bachillerato, dotado con 1.000 euros, ha llegado por sorpresa y dado que las opciones de tiempo libre están muy limitadas, Ximena Sánchez cree que lo disfrutará más adelante. "Me ha llegado por sorpresa. Por ahora se va a quedar ahí y a ver en qué pueda usarlo cuando todo vuelva a la normalidad", analiza la joven universitaria.

Al mérito de ser la única coruñesa en recibir este galardón, se suma las dificultades con las que se ha encontrado desde marzo. Todo por culpa del virus. "Al principio del confinamiento, como a todos, me costó habituarme a la docencia online", recuerda. Como el resto de sus compañeros, estaba "acostumbrada a ir a clase", a pasar las mañanas sentada en su pupitre y a compartir rutina con amigos y profesores. Todo eso cambió, pero supo adaptarse y sus notas lo confirman. "Me agobié un poco, pero luego me di cuenta que era cuestión de organizarme más", señala. Tras superar Bachillerato, llegó al selectividad. "Como la aplazaron tanto, cuando llegó el momento de ponerme a estudiar ya estaba más acostumbrada a la situación y a estar en casa", confiesa. La ahora estudiante de Química se hizo su propio "horario" para "mantener la rutina" y logró sus objetivos.