No rebasan los 21, pero su talento sobre las tablas revela, además de un don natural, años de esfuerzo y preparación. Los coruñeses Hiwot Vilariño, al piano, y Esteban García, al fagot, tendrán la oportunidad de demostrar sus destrezas mañana sobre el escenario del Coliseum. No lo harán solos: nada menos que la Orquesta Sinfónica de Galicia (OSG) se encargará de acompasar su melodía.

Un honor al que han podido acceder tras haber resultado ganadores del Concurso de Interpretación Solista del Conservatorio Superior de A Coruña, en el que competían con otros muy avezados músicos, diestros en sus mismos instrumentos. Un debut con la gran OSG que ambos afrontan de forma distinta: Para Hiwot, pianista desde los 7 años, el reto lo pone, precisamente, la compañía. "Es la primera vez que toco con una orquesta, no tengo ni grupo de cámara ni nada. No es lo mismo ponerte los cascos y escuchar la grabación que estar allí con ellos", asegura.

Para Esteban, el desafío es, precisamente, el contrario: acostumbrado a tocar en grupo, ahora le toca destacar y ponerse delante. "Estuve en la Joven Sinfónica de Galicia, esta es la segunda vez que toco solista. Es increíble poder hacerlo con una orquesta de este calibre", asegura él, que en este caso, no podrá camuflarse entre los fagots en un discreto segundo plano. Junto a los gigantes de la Sinfónica interpretarán, por un lado, el Concierto 27 de Mozart, para Hiwot; y, por otro, el Concierto para fagot de Mozart, para Esteban. A la batuta, siempre pendiente frente a ellos, se situará el director José Trigueros.

Lo suyo con la música es vocacional, y a ello esperan dedicarse en un futuro, del modo que sea. Tienen por seguro que ligarán su formación musical a la universitaria de un modo u otro, pues han compaginado, hasta el momento, ambas vertientes. Hiwot Vilariño reparte su jornada entre sus estudios de ciencias políticas en la Universidade de Santiago de Compostela y el piano, del que cursa cuarto año en el Conservatorio Superior.

"Me gustaría combinar ambas, y hacer algo de música o gestión cultural, relacionado también con las ciencias políticas", explica ella. Por su parte, Esteban García prepara, tras terminar el grado en Educación Primaria, las pruebas para el máster de fagot, que tiene pensado cursar en el exterior y las oposiciones para profesor del instrumento en el Conservatorio. Por lo pronto, tiene claras sus aspiraciones. "Me gustaría dedicarme a la rama pedagógica de la música, tirar por la profesión de docente de mi instrumento. Conseguir una plaza en una orquesta sinfónica, obviamente, sería un sueño", apunta.

Ambos se enfrentan a esta oportunidad con nerviosismo, conscientes de la presión de acoplar sus notas a las de tremendo conjunto, pero con la ilusión de quien sabe que será una experiencia única. Su auditorio tendrá que ser reducido por las restricciones sanitarias, lo que , no obstante, no deslucirá un ápice su interpretación. "No es lo mismo ir de espectador que verte de repente ahí subida tocando con ellos", comenta Hiwot.