El Concello quiere asegurar la protección de diez edificios de la ciudad antes de que finalice la suspensión de licencias. Esta paralización caduca el próximo mes de diciembre, después de dos años en los que sus propietarios no han podido realizar ningún tipo de obra, tal y como estipula el procedimiento para incluirlos en el Catálogo de Edificios Protegidos del Plan General de Ordenación Municipal (PGOM). Son la decena de inmuebles que no están cuestionados por ninguno de los informes sectoriales desfavorables al citado catálogo.

Los diez inmuebles son ejemplos de arquitectura moderna de la segunda mitad del siglo XX. Por ejemplo, en el listado se encuentra el edificio Citröen, de 1959, obra de Andrés Fernández Albalat, de estética moderna americana. A pesar de que el edificio de la avenida de Oza se incluye en esta primera lista, cuenta con una licencia de derribo avalada por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. La construcción fue retirada del catálogo en 2012, durante el Gobierno del PP, tras lo que los propietarios pidieron permiso de demolición, renovado en 2016.

Número 43 de Fernández Latorre.

Esta separata blinda el edificio número 43 de Fernández Latorre (al lado del hotel Plaza) o el Banco Noroeste, de los arquitectos Ramón Vázquez Molezún y José de la Mata, en el que destaca la reinterpretación de las galerías. Ambos, fueron incluidos por la Xunta en un listado de edificios situados en el Camino Inglés y que requieren protección.

Banco del Noroeste.

El edificio Pou está catalogado por el Docomomo, entidad internacional que trabaja para proteger el patrimonio arquitectónico de Movimiento Moderno.

Edificio Pou.

La Escola Pablo Picasso, diseñada por José Antonio Corrales en 1986, destaca por la doble banda de ventanas corridas de los talleres.

Escuela Pablo Picasso.

Completan este primer avance de inmuebles protegidos las viviendas de Os Mariñeiros, el número 28 de Juan Flórez, Cooperativa de Alféreces, viviendas de Claudio San Martín y las viviendas pareadas en Padre Sarmiento.

Viviendas de Mariñeiros.

Número 28 de Juan Flórez.

Viviendas unifamiliares de la calle Padre Sarmiento.

Desde el área de Urbanismo inciden en que el objetivo es “agilizar la catalogación de aquellos edificios que tengan mayor interés y así poder catalogarlos antes de que se levante la suspensión de licencias en el mes de diciembre”, afirma el concejal Juan Villoslada. Recuerda que el anuncio de esta separata se hizo en el pleno de octubre después de que el BNG advirtiese que estaban a punto de caducar los permisos.

AUSENCIAS

En esta primera lista no están el edificio del Observatorio, ni la Lonja de Gran Sol —cuya protección rechazó el Puerto y Puertos del Estado y que se verá afectada por la transformación de los muelles interiores— ni diferentes viviendas singulares de particulares, ubicadas en barrios populares. En este apartado se encuentran casas del Agra del Orzán, Atochas, Sagrada Familia, Os Mallos y A Falperra. También queda fuera la lágrima del Campo da Leña en el cruce entre San Roque, calle Hospital y plaza de España, con negocios en su interior. Desde el Gobierno local afirman que en el caso del edificio del Agra esperarán a que se apruebe el plan especial de la zona y que no corre peligro al ser un inmueble público. El compromiso municipal es continuar con la tramitación para proteger el resto de edificios incluidos en la propuesta de 2016.

La separata pasará por la Comisión de Urbanismo el 30 de noviembre para ir al pleno de diciembre, donde necesita mayoría absoluta. El BNG apunta que en dicha comisión preguntará “cómo va a ser la hoja de ruta del resto”, así como por el plan del Gobierno local “para que ninguna administración o propietarios de los inmuebles puedan hacer nada para derribarlos o cualquier otra barbaridad”. Al tiempo, la edil nacionalista Avia Veira subraya que echan en falta la lonja o el edificio del parque del Observatorio, entre otros.