Los robos con fuerza en domicilios, establecimientos e instalaciones han aumentado en la ciudad entre enero y septiembre si se compara con el mismo periodo del año pasado. Lo confirman las estadísticas de criminalidad publicadas por el Ministerio de Interior, que indican que en los nueve primeros meses del año se contabilizaron 378 robos, cuando en el 2019 fueron 298, por lo que aumentaron un 26,8% con la pandemia.

Fuentes policiales analizan que este incremento no responde a ningún patrón específico, pero sí entienden que se puede deber a que “en este tiempo hubo menos gente en la calle y más viviendas vacías”, como los pisos de estudiantes, las segundas residencias o los establecimientos de hostelería que se vieron obligados a cerrar por las restricciones.

Dentro de ese apartado de robos con fuerza, la mayoría se produce en domicilios, con un total de 209, 22 más que el año anterior. También aumentaron los robos con violencia e intimidación, un 7%, con 137 en estos primeros nueve meses del año. Han bajado, no obstante, los hurtos, un delito menos grave que el robo, ya que no se utiliza la fuerza. Los datos de Interior revelan que se produjeron 1.887 hurtos entre enero y septiembre por los 2.482 del 2019. Además, hubo dos sustracciones de vehículos más que el año pasado, pasando de 36 a 38.

Las estadísticas de criminalidad recogen también los delitos contra la libertad sexual, que han disminuido un 39%. Sin embargo, estos datos no reflejan exactamente la realidad ya que Interior solo cuenta aquellos casos que han llegado a conocimiento de las autoridades y por tanto depende de que las víctimas denuncien. Entre enero y septiembre del año pasado se notificaron 64 denuncias. Este año han sido 39. Dentro de estos delitos, han aumentado las agresiones sexuales con penetración, pasando de dos a cinco.

Entre enero y septiembre no se cometieron asesinatos consumados u homicidios, lo que supone una reducción, puesto que en 2019 hubo dos en ese mismo periodo. Se mantienen los asesinatos en grado de tentativa, con dos, según las estadísticas.

En cuanto a los secuestros, en los tres últimos años no hubo ningún caso en A Coruña, y tampoco en 2016. Tan solo en 2017 se registró un único caso. Decayeron las infracciones penales por tráfico de drogas un 25%, ya que pasaron de 20 casos en 2019 a 15 en 2020. El conjunto de las infracciones penales se redujo un 3,3%, al pasar de 4.854 a 4.238, es decir, una bajada del 8,9% de un año a otro.