La hostelería de la ciudad se moviliza de nuevo frente a las administraciones públicas por la demora o inconcreción de las ayudas anunciadas por cada una para que el sector afronte los daños derivados de la pandemia sanitaria. Un grupo de empresarios locales, que en el verano ya se juntaron ante el Palacio de María Pita para protestar por la falta de apoyo municipal tras el cierre de negocios impuesto por la Consellería de Sanidade, protagonizará esta semana, de mañana jueves al domingo, cuatro concentraciones ante dependencias del Estado, la Xunta y el Concello. El motivo, reclamar la entrega de las subvenciones solicitadas hace meses y la adopción de medidas que alivien la crítica situación económica por la que pasan sus negocios.

“Además de descontentos, nos sentimos desprotegidos. De lo poco que ganamos vemos cómo se nos descuentan euros por el pago de impuestos o por las cuotas de los autónomos. Así tendremos que tirar de ahorros o de nuestras familias, y mucho nos tememos que en enero, justo después del día de Reyes, algunos locales queden sentenciados”, resume el sentir general del colectivo Xabi Barral, portavoz de estos hosteleros y uno de los socios de La Barbería.

La primera cita de protesta será mañana a las 12.00 horas ante el edificio administrativo del Gobierno gallego en Monelos. “Reclamamos a la Xunta que las ayudas que anunció a bombo y platillo lleguen ya, y que aclare la letra pequeña de esas ayudas para saber con seguridad quién puede optar a ellas y quién no”, explica Barral, molesto por la “culpabilización” que la administración autonómica cree que hace del sector.

Más de mil personas en la manifestación de la hostelería de A Coruña por las restricciones

Más de mil personas en la manifestación de la hostelería de A Coruña por las restricciones Echave

El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, anunció un plan de rescate a la hostelería a comienzos de noviembre, coincidiendo con el cierre de negocios durante un mes en 60 ayuntamientos de Galicia. Las ayudas, que se activaron a finales del mes pasado, irán de los 2.200 a los más de 7.000 euros por establecimiento, pero los empresarios estiman que hasta finales de enero o comienzos de febrero de 2021 no percibirán las prestaciones.

Al día siguiente a la misma hora los hosteleros se concentrarán en la Dirección Provincial de la Tesorería General de la Seguridad Social, en la calle Federico Tapia. Allí trasladarán otro mensaje a la administración del Estado: que paralice el cobro de las cuotas de autónomos que asumen los empresarios hasta que puedan volver a trabajar. Pese a tener cerrados sus negocios o con servicios mínimos, los responsables de los locales abonan sus obligaciones como trabajadores por cuenta propia sin descuentos o aplazamientos, protestan.

También a las doce de la mañana el sábado los hosteleros estarán frente a la sede de la Agencia Tributaria en la calle Comandante Fontanes para solicitar el aplazamiento o fraccionamiento de los impuestos sin recargo de nuevo hasta que las autoridades sanitarias les permitan volver a trabajar. “Pedimos también un estudio previo de la futura declaración de la renta de nuestros empleados en situación de ERTE”, añade Barral, preocupado por la falta de información sobre este aspecto.

La ronda de movilización se cerrará el domingo a las 12.00 horas frente al ayuntamiento. “Muchos pedimos las ayudas Presco en el mes de julio y han llegado a muy pocos. El Concello admite retrasos en la tramitación y que le gustaría ir más rápido, y dice que ha contratado a más gente, pero es que llevamos mucho tiempo esperando por ayudas para cuestiones básicas como el alquiler del local, el pago al personal o los gastos corrientes”, explica Xabi Barral.

Los hosteleros han enviado mensajes de estas cuatro convocatorias entre el sector para tratar de que las concentraciones sean numerosas. La Asociación Provincial de Hosteleros de A Coruña, que ha organizado también movilizaciones por su cuenta, está entre los destinatarios. Al contrario que las protestas del verano, que fueron silenciosas, esta vez los promotores de los encuentros animan a los locales a expresar su descontento e incertidumbre con “instrumentos de trabajo para los que quieran hacer ruido”.