El Concello cuenta con 247 beneficiarios de la renta social municipal, 23 más que en octubre de 2019, según afirman desde Servicios Sociales. El año pasado se cerró con 165 ayudas concedidas, una cifra inferior a las 191 de 2018.

La concejala responsable, Yoya Neira, asegura que se han atendido 1.412 citas en su departamento en lo que va de año y afirma que “no hay lista de espera para solicitar y valorar” la renta básica municipal. Este subsidio puede ser percibido durante 18 meses. Aunque el primer encuentro en Servicios Sociales se puede concertar con pocos días de espera, el problema parece estar en una segunda cita para el estudio de las mismas.

Con fecha de octubre, una ONG coruñesa rubricaba un informe en el que señalaba que las “citas de estudio se han pospuesto hasta mediados de noviembre”, lo que supone una espera de mes y medio. La responsable de Acción Social de Viraventos, Ana Louzán, señala que en su entidad tienen casos de “citas con dos meses” de espera para gestionar la renta social municipal.

Esta entidad también elaboró un informe sobre los problemas detectados con la atención social municipal. Ambos documentos de sendas organizaciones se incluyeron en el acta del Consello de Benestar de octubre. Neira censura que no se trasladasen directamente a Servicios Sociales.

Louzán teme que en los próximos meses este problema se acentúe debido a la “agilización en la denegación” de la Protección Internacional, un tipo de ayuda que gestiona el Ministerio del Interior. Mientras se tramita este subsidio, los solicitantes podían acceder a la Risga, si se les deniega, pasan a una situación irregular por la que no pueden percibir la renta autonómica y pasarían a ser “potenciales beneficiarios de la renta municipal”.

La reestructuración del equipo de renta social municipal supuso un “perjuicio a las personas beneficiarias pendientes de prórroga y a las que estaban en proceso de solicitud”, apuntan desde Viravento, al no ser notificado a las entidades que trabajan en asistencia.

Neira explica que había un equipo designado a la puesta en marcha de la renta social municipal que “tiene una duración determinada y no son prorrogables”. Una vez que ha finalizado la labor de este equipo “y como el programa ya está implantado, lo que se hace es una gestión por parte de los equipos de atención social en los centros cívicos”, al igual que con otras ayudas, indica Neira. Añade que en la ciudad hay seis equipos de atención social, el último, de reciente creación, el Novoboandanza.

La ONG valora la agilidad en la tramitación de las tarjetas monedero

No es el único procedimiento que se ha modificado. En el anterior mandato, con Marea Atlántica al frente del Concello, se estableció que un trabajador social permaneciese unas horas en los centros cívicos para el Servicio de Atención Inmediata.

“Esperabas tu turno para una atención de urgencia, desde una persona que no entendía una carta hasta un desahucio”, explica Louzán. Ahora, el procedimiento es distinto. Neira considera que este método era “un absurdo” y ahora se solicita cita previa vía “telemática y se puede llamar con cualquier problema”. En este caso, hay siete equipos destinados al Servicio de Atención Inmediata y “un retén que funciona todo el día, en el que se atiende a todas horas y nunca queda sin tratar” una situación de emergencia. Al mismo tiempo, recuerda Neira que desde las bibliotecas se ha instalado un sistema por el que el personal “echa una mano para solicitar citas” tanto para los servicios municipales como para otras administraciones.

La otra ONG señala en el citado escrito que “existen ocasiones en las que no es posible solicitar cita, ya que aparecen todos los días completos, teniendo que esperar uno o dos días hasta que se liberen nuevos huecos”.

Reunión

Viraventos señala que, aunque en las últimas semanas se “han ido resolviendo muchas cosas”, en su informe proponían que se convocase el Consello Sectorial de Inclusión Social, para “poder trasladar a los responsables políticos las nuevas necesidades sociales”. Neira afirma que la “previsión es que sea en breve”.

Respecto a los asuntos ya resueltos, Louzán destaca las becas comedor. “A fecha de hoy las solicitudes están preconcebidas” y la empresa responsable, al principio afirmaba que los potenciales beneficiarios “deberían abonar el comedor hasta que se resolviese”. No obstante, “se fue encauzando y ya han aceptado que no se les cobre”.

Uno de los aspectos más positivos es la ágil gestión de la tarjeta monedero autonómica. Louzán considera que otra de sus ventajas es que “es menos estigmatizante que los vales”. Si las necesidades de “alimentación están bastante cubiertas”, Louzán da la voz de “alarmas” para cubrir las de vivienda ya que muchas de las personas usuarias de su ONG se mueven en la economía sumergida, tanto en el trabajo “que ahora está paralizado”, como con los alquileres.