En pleno temporal, como todo el año, A Coruña le pone luces a su Navidad como anhelo de un 2021 rehabilitador y para guiar a los coruñeses en la salida del túnel en el que les metió el coronavirus y en el que llevan ya nueve meses. La encargada de presionar el interruptor en la plaza de María Pita y de dar por inauguradas unas festividades “atípicas” fue la alcaldesa, Inés Rey, rodeada para la ocasión de una representación de los “héroes de pandemia”, esos trabajadores de servicios esenciales que tuvieron que seguir en pie, atendiendo al resto de población, confinada o enferma. 

Allí estuvieron sanitarios, voluntarios, bomberos, policías, responsables del 061, placeros o cajeros de supermercados, entre otros. “Hace falta más que nunca dar un poco de luz, pero debemos disfrutar con cabeza y con cuidado para poder pasar página”, defendía Ana María Ares Vilariño, voluntaria de Protección Civil y portavoz de todas esas personas que estuvieron en primera línea en los peores momentos. Pedía, además, un esfuerzo para recuperar en breve “todos esos besos que se quedaron por el camino, todos esos abrazos perdidos”. 

En una concurrida plaza de María Pita, donde se controlaron los accesos, Inés Rey agradeció la presencia de todos los trabajadores esenciales que le rodeaban y resaltó, de nuevo, el mensaje de que A Coruña ha sido “una ciudad ejemplar” durante la pandemia, aunque no pudo ocultar que “esta lucha aún no acabó”. A pesar de que este año se suspendió la cabalgata por la situación sanitaria, la regidora defendió que habrá “animación en los barrios”, que los Reyes visitarán diferentes puntos de la ciudad y que se colocarán “cajas de recogida de cartas” para que los más pequeños no pierdan la oportunidad de hacer sus peticiones a sus majestades. Tras los discursos comenzó el espectáculo de luz y sonido con el frontal de la casa consistorial y el planetario como ejes. Afloraron entonces los móviles para inmortalizar el momento.

Sin Marea Atlántica

Al acto asistieron representantes de todos los grupos políticos de la Corporación municipal, salvo Marea Atlántica, que justificó su ausencia como protesta por el elevado precio que, a su juicio, suponen los 490.000 euros invertidos este año en el alumbrado navideño, un “40% más que en 2019”.