Cuando la terapeuta ocupacional Sara González puso, el año pasado, la lupa sobre los parques infantiles de la ciudad, pudo cerciorarse de una triste realidad: en A Coruña no hay lugar para que niños y niñas, al margen de sus características, puedan jugar en igualdad de condiciones. Bastó una mirada a los espacios de juegos de un par de distritos para comprobar que en ellos se excluye el derecho a divertirse de los pequeños con discapacidad.

Obtuvo, tras sus pesquisas, la guía de Accesibilidad para la Inclusión en los Parques Infantiles y el compromiso del Concello de que la situación de desigualdad en estos entornos lúdicos tenía los días contados. Ahora prepara, junto a la fundación Abrente, una jornada de trabajo que se celebrará el próximo miércoles día 9, y que tiene como objetivo compartir sus criterios con diversas entidades centradas en la discapacidad y otro tipo de profesionales que pueden contribuir a hacer posible el cambio.

“En mi guía, utilizo unos criterios para valorar si los parques son inclusivos o no. Me gustaría que las asociaciones compartiesen sus apreciaciones conmigo, hacerlas partícipes del proceso, y fijar unos nuevos criterios en función de las necesidades que haya”, explica la terapeuta ocupacional. A la jornada, que se impartirá de forma online, están llamados a participar, además de las entidades sociales, profesionales del urbanismo o arquitectos, e incluso familias con hijos con algún tipo de discapacidad, una visión esencial, pues son, a ojos de González, “quienes están ahí día a día”. Los interesados pueden inscribirse a través del correo info@enkiproyecto.com. Mejorar las oportunidades de ocio que ofrecen los parques infantiles para niños con todo tipo de capacidades cobra un nuevo cariz tras el confinamiento, una experiencia que ha revalorizado, sin duda, la importancia del juego al aire libre.

En el tiempo transcurrido desde que Sara González firmó su colaboración con el Concello para hacer accesibles estos espacios, se ha acometido la construcción de un solo recinto recreativo, localizado en la avenida de la Concordia. Al posar el ojo crítico, se pueden encontrar una serie de fortalezas, pero también algunas debilidades en cuanto a su potencial inclusivo. “Es una propuesta diferente a la que solemos ver, mi enhorabuena por eso. Hay una parte de pavimento de caucho, los accesos son buenos, con rampa y pasamanos, y está equipado con un columpio tipo cesta y un tobogán bastante ancho. Por esa parte, bien”, aprecia. “Sin embargo, la mayor parte de los juegos no son accesibles y hay una parte del pavimento de arena. No se cuáles son sus oportunidades reales de juego. A partir de enero, se podrá empezar de cero en ese sentido”, propone.