“La discapacidad no es un tema únicamente de sanidad o de servicios sociales, es una condición de las personas humanas”, reclama Anxo Queiruga, presidente de Cogami. Este es el objetivo que persigue la campaña 12 Chaves da Inclusión: el de delatar la transversalidad de los derechos por los que pelea el colectivo y la diversidad de sus aspiraciones. “Es una forma de poner en valor todo el trabajo hecho durante estos 30 años”, explica, aunque también, una manera de dar un toque de atención sobre lo mucho que queda por remar.

“Hemos avanzado, eso es innegable. ¿Pero tanto como creemos? Yo creo que no. Falta mucho”, asevera. Son 30 años de lucha asociativa en la que han visto todos los pasos adelante que se han ido dando, pero, también, ciertos escollos que han sobrevivido, con ellos, hasta nuestros días.

“La administración tiene una maquinaria muy pesada, las asociaciones vamos mucho más rápido. Las personas con discapacidad no somos seres inertes, no somos ladrillos, cumplimos años también. Cada año que pasa, es año perdido”, comenta Queiruga. La falta de recursos sigue siendo la traba fundamental para lograr la autonomía y la realización personal del colectivo. Reivindican la figura del asistente personal, una herramienta sin regulación específica pero que juzgan fundamental para su desempeño laboral o la igualdad de género de las mujeres y niñas, “sobre todo en el rural, donde hay que hacer una puesta en marcha decisiva de servicios”. La accesibilidad es otro caballo de batalla; en la escuela, los hogares, el sistema sanitario o en la vía pública.