Así que pasen cinco años es una historia sobre amor y muerte. Una obra de Federico García Lorca que el grupo de teatro aficionado del Ágora ha escogido para representar en este 2020. La pandemia obligó a posponer su estreno, que tenía que haber sido en marzo, pero, finalmente, los actores se subirán al escenario del centro sociocultural mañana y el sábado. Las entradas ya están agotadas. “Estamos deseando estrenarla. Pudimos retomar los ensayos en septiembre, pero tuvimos que parar de nuevo. Ahora, por fin, toca subirse a las tablas”, reflexiona el director del grupo de teatro, Víctor Díaz Barús.

Ha sido un reto. Ya no solo por la situación, sino por la complejidad de la obra. “No se ha visto mucho en teatro porque es muy vanguardista. Tenemos que explicar los personajes en el programa porque es complicado. Aun así, es muy bonita, muy llamativa. Tiene poesía, bailes, luces y proyecciones”, detalla.

A cada función podrán acudir 90 personas, pero las entradas “volaron”. “En una mañana ya estaban agotadas. Esto demuestra que la gente tiene ganas de teatro”, informa Díaz Barús, que asegura que los actores están “nerviosos” y “deseando” salir a escena.

El grupo de teatro del Ágora tiene un largo recorrido. De ahí nace también el interés de público. “Por el grupo han pasado más de 200 personas y al casting se presentan sobre 90. Hay de todo. Desde jóvenes de 19 años a mayores de 80”, indica el director, que durante todo este tiempo se ha encontrado con diferentes tipos de actores y actrices. “Hay gente que no ha hecho teatro en su vida y aprovecha la jubilación para venir aquí. Otros, en cambio, siguen luego con sus estudios de Arte Dramático”, añade.

Para esta ocasión, la obra escogida es Así que pasen cinco años. A Víctor Díaz Barús le gusta especialmente. “Tiene una anécdota curiosa. Fue estrenada el 19 de agosto de 1931, cinco años antes de que García Lorca fuese asesinado”, explica. La pieza fue escrita en Nueva York y esta “idea explosiva” encandiló al director del grupo del Ágora. “La actriz Margarita Xirgu, que solía interpretar muchas obras de Lorca, no se atrevió a hacer esta porque no la entendía. Es muy diferente a Yerma o Bodas de sangre. Cuando fue al estreno, se quedó muy sorprendida”, concluye, con la esperanza de que los espectadores del Ágora sientan mañana y el sábado esa misma admiración.