El consejo de administración de la Empresa Municipal de Vivenda, Servizos e Actividades (Emvsa) debatirá mañana la petición de su director, Jaime Castiñeira, de que se apruebe una ampliación de capital de esta sociedad por valor de 1,23 millones de euros con el fin de hacer frente a las pérdidas acumuladas entre 2016 y 2019, que suman esa misma cantidad. La empresa explica que esta situación se debe a los encargos de gestión encomendados por el Ayuntamiento desde 2009 “que han resultado deficitarios” y alerta de que si no se corrige, podría llegar a “paralizar sus servicios” y a “verse obligada a solicitar el concurso de acreedores”.

En la justificación aportada por Castiñeira para reclamar este rescate del Concello se hace mención a “la necesidad urgente de obtener recursos económicos” que tiene Emvsa para poder devolver las deudas a corto plazo, así como a que padece “un grave problema continuado de falta de liquidez para poder hacer frente a sus pagos más inmediatos”.

La empresa propone un análisis de costes sobre la ampliación de Bicicoruña

El pleno del Concello ya aprobó en noviembre de 2016 una ampliación de capital de Emvsa por valor de 1,2 millones ante el déficit que sufría en aquel momento. La iniciativa del Gobierno local de Marea Atlántica se llevó a cabo transfiriendo esa cantidad de la partida reservada a la Renta Social Municipal, lo que llevó al BNG a votar en contra y a PP y PSOE a abstenerse. Estas dos últimas formaciones explicaron su postura con el argumento de que la fórmula más adecuada para resolver el déficit de Emvsa sería destinar una partida específica en el presupuesto de 2017.

Emvsa señala ahora que el Concello “ha expresado su voluntad de asistir financieramente” a la compañía y que su situación económica es conocida tanto por su consejo de administración como por su junta general, de la que forman parte todos los grupos municipales de la Corporación. Los socialistas, ahora al frente del Ejecutivo municipal, deberán por tanto ahora posicionarse sobre esta propuesta de la empresa y aclarar si la respaldan qué diferencia esta situación de la de hace cuatro años, ya que los datos expuestos por Emvsa sobre su situación económica son los mismos que exponía entonces para reclamar una ampliación de capital.

Según detalla la compañía, del 1 de octubre de 2016 al 30 de septiembre de 2020 se generó un déficit de 1.238.734 euros que procede de las pérdidas ocasionadas por el servicio público de alquiler de bicicletas (BiciCoruña) por valor de 266.258 euros, la gestión de sanciones de tráfico por 333.415 euros, la adecuación y explotación de la zona deportiva de la fábrica de armas por 495.470 euros y por la revisión y adaptación del Plan Especial de Protección y Reforma Interior de la Ciudad Vieja y Pescadería por un importe de 143.589 euros.

Emvsa advierte de que es “necesario paliar dicho déficit mediante medidas que permitan el reequilibrio de la cuenta de pérdidas y ganancias y del patrimonio neto de la sociedad” y que, además de la ampliación de capital, propone que el Concello modifique las encomiendas que le encargó sobre la gestión de Bicicoruña y sobre la tramitación de las sanciones de tráfico.

En el primer caso ve necesario un informe sobre sus costes ante la inminente ampliación del servicio con nuevas estaciones y bicicletas, ya que está previsto invertir 1,7 millones en la adquisición de 514 bicicletas, de las que 172 serán eléctricas, a lo que se sumará el crecimiento de las instalaciones hasta alcanzar las 55, cifra que duplica la actual.

En el caso de la gestión de multas de tráfico, aunque en este documento no se menciona, las cuentas anuales de Emvsa reflejan que las cantidades que se asignan anualmente a esta labor no cubren la totalidad de los gastos que se efectúan, especialmente los postales, que en 2019 tuvieron un déficit de 500.000 euros, frente a los 382.920 euros que le proporcionó el Concello para esa fin. Este problema lleva a Emvsa a enviar las notificaciones de las sanciones de forma agrupada cuando un infractor es sorprendido en más de una ocasión en un periodo breve de tiempo.

En cuanto a las instalaciones deportivas de la fábrica de armas, el déficit se produce porque su utilización es gratuita por parte de los vecinos de la zona y porque la empresa municipal no recibió ninguna contraprestación por los trabajos que realizó en el complejo para permitir su uso.

La empresa sí cita en su informe sobre la ampliación de capital que solicita que las cuentas anuales de 2017, 2018 y 2019 recogen la existencia de un fondo de maniobra —cantidad con la podría hacer frente a sus deudas más inmediatas— que es negativo en 6,3 millones para el primero de esos años, en 3,9 millones en el segundo y en 1,8 millones en el tercero.

Emvsa admite que su patrimonio neto muestra un equilibrio a pesar de las pérdidas sufridas, pero que es consecuencia de la valoración en 4,2 millones de las parcelas que el Concello le cedió de forma gratuita, mientras que alerta de que sus fondos propios “se reducen cada año debido a las pérdidas recurrentes”.