En esta campaña atípica de Navidad en los hoteles de A Coruña y con el cierre perimetral del Ayuntamiento para evitar los contagios de coronavirus, los familiares que pueden traspasar las fronteras municipales para volver a casa se han convertido en la esperanza de algunos de los establecimientos de la ciudad para cuadrar sus cuentas.

“Cada uno conoce su casa y sus reservas, pero estamos en una situación muy complicada. El mes de noviembre me atrevería a decir que fue el peor de la historia de la ciudad. Hay muchos hoteles que han tenido que cerrar, no uno ni dos, y eso es por algo. Con el cierre perimetral de A Coruña, con Galicia cerrada, Asturias y Castilla y León bloqueadas, ahora con la prohibición de los vuelos procedentes de Reino Unido, estas Navidades pintan muy mal”, explica el presidente de la Asociación de Empresarios de Hospedaje de A Coruña (Hospeco), Richard Huerta, que si bien reconoce que la primera quincena de diciembre hubo un pequeño repunte en el sector, con las reservas de los clientes de negocios, las cifras han vuelto a bajar en esta segunda parte del mes. A pesar de ello, apuesta por “capear el temporal” y por esperar que el próximo año, con la vacuna, las reservas puedan recuperarse.

Fuentes del hotel Finisterre cuentan que estas Navidades, más familias de la ciudad les han elegido como regalo y como una oportunidad de pasar unos días “diferentes”, lejos del trajín de tener que cocinar y preparar habitaciones para los que vuelven a casa.

“Los clientes locales, en años anteriores, reservaban para cenar en Nochebuena y se iban a dormir a sus casas, pero este año se quedan también a dormir y a comer en Navidad, es algo que antes no pasaba”, comenta una de las trabajadoras del hotel. La ocupación ha caído a la mitad en este 2020 raro en el que las restricciones sanitarias modifican los planes de los clientes y también de los negocios de un día para otro. “Si antes, en estas fechas estábamos completos, ahora, tenemos las reservas al 50% aproximadamente”, relata una portavoz del hotel de cinco estrellas.

En su caso, al mantener el servicio de restaurante, incluso algunas familias de la ciudad han decidido pasar estas fechas tan señaladas en el hotel, como una actividad extraordinaria, pero también como una opción más segura que reunirse con sus allegados en casa.

La palabra “reinventarse” está en el vocabulario de otros hoteles, cuyo encanto no son las vistas, sino la facilidad para salir de la ciudad o para celebrar reuniones de trabajo.

Fuentes del sector indican que algunos hoteles han tenido que pasarse a la opción de enviar sus menús a las casas de sus clientes ante la imposibilidad de acoger la celebración de grandes comidas familiares o de empresas.

Algunos de los hoteles consultados para la elaboración de esta información y que han preferido no revelar sus nombres, confiesan que la caída de los clientes ha sido muy notable, sobre todo, en los establecimientos que estaban más centrados en el perfil de negocios, ya que muchas empresas celebraban sus actos en ellos y eso generaba ingresos no solo en la sección del restaurante sino también en la de hospedaje, ya que muchos de los participantes, sobre todo los que no eran de la ciudad, no solo cenaban sino que también dormían en el hotel y se iban al día siguiente.

Elisabeth Estévez, que es la directora del hotel Zenit, comenta que este año está siendo “terrible” porque, debido a las restricciones sanitarias, han cerrado el restaurante, así que, no generan ingresos por lo que eran sus actividades fuertes de esta época, las cenas de Nochevieja y Navidad.

Lo que les salva y confían en que pueda darles un poco más de oxígeno es el cliente que viene a la ciudad para visitar a su familia pero que, en vez de acomodarse en casa, como antes, para evitar contactos, decide quedarse en el hotel.

Una portavoz de la cadena Alda, que tiene establecimientos en A Coruña y su comarca, abunda también en este tipo de clientes como esperanza. “Ahora mismo, lo que tenemos es gente que viaja por trabajo y necesita alojamiento en la ciudad, además de estudiantes. Este último tipo de cliente lo hemos notado especialmente en el caso de Sada, con los alumnos de la UIMP, que han estado recibiendo cursos de inmersión en lengua inglesa en nuestro hotel. Esta formación se ha estado impartiendo desde principios de noviembre y se terminó este sábado, por lo que prevemos una ligera caída de la ocupación”, relata. Actualmente, la ocupación de su establecimiento en A Coruña es aproximadamente del 50%, y la semana anterior, del 65%. Las previsiones para los establecimientos de la comarca son menores, del 45% en Oleiros, y del 30% en Sada.

En el hotel Lois, en la calle de la Estrella, la Navidad no va a ayudar a mejorar los datos de este año., que han sido “malos”, sin paliativos. El jefe de recepción, Pablo Álvarez, relata que la ocupación actual del hotel es del 10%, ya que sus clientes suelen ser personas que viajan a la ciudad por negocios y no por ocio, así que, la que suele ser temporada alta para algunos hoteles, no lo es para el suyo y menos, este año.