La periferia de la ciudad atrae cada año más población mientras el centro estabiliza la suya tras una prolongada caída. El padrón municipal, con sus datos actualizados en 2019, muestra en las tablas del Instituto Nacional de Estadística (INE) que el peso poblacional del medio centenar de núcleos tradicionales de A Coruña cobra cada vez más fuerza en el conjunto de habitantes, 245.711 hace dos años (247.604 a 1 de enero de 2020). En diez años, el periodo comprendido entre 2009 y 2019, los vecinos empadronados en esos núcleos periféricos aumentaron casi un 31% (de 24.608 a 32.195), a la vez que los residentes en el centro urbano cayeron un 3,8% (de 221.988 a 213.516).

Los datos reflejan que cada año sube progresivamente el número de residentes en zonas como Santa María de Oza, Casanova de Eirís, San Cristóbal das Viñas y especialmente Mesoiro, donde familias jóvenes se han asentado en los últimos años en el barrio de Novo Mesoiro, con precios asequibles para acceder a una vivienda.

En la amplia superficie que abarca el centro, por el contrario, la población fue disminuyendo en casi 10.000 habitantes en la última década, hasta bajar de los 213.000, aunque la tendencia ha variado en los dos últimos años con leves incrementos. Las dificultades de la población que se emancipa o con trabajos precarios para acceder a una vivienda en el centro, comprada o en régimen de alquiler, es uno de los factores que explican el éxodo a zonas periféricas. Una huida que habrá que comparar dentro de un año, después de que el efecto de la pandemia del COVID llevase a muchos vecinos a marchar de núcleos poblados a ámbitos rurales.

El núcleo histórico de Mesoiro es el que más ha crecido. El desarrollo urbanístico de su entorno, en donde un porcentaje de sus nuevas edificaciones es de protección oficial, atrajo en más de una década a más de 7.000 residentes, algunos llegados de los distritos céntricos y otros de la comarca, gran parte de ellos jóvenes, lo que, entre otras consecuencias, ha supuesto el incremento de servicios y la demanda de instalaciones, como el colegio inaugurado por la Xunta para este curso. En 2000 vivían apenas 500 personas en Mesoiro, diez años después superaban las 5.000 y hoy pasan de las 8.100.

A Zapateira, A Grela, San Pedro de Visma y Casanova de Eirís rebasan hoy los 2.000 empadronados. El repunte más alto de población en estas cuatro zonas desde 2009 es el de A Grela, del 240%, y ninguno de estos núcleos llegaba a los 2.000 habitantes hace diez años. Son áreas con distintos perfiles poblacionales en las que sus nuevos residentes se han asentado por distintas razones, desde el aumento de la oferta inmobiliaria a la comodidad para entrar y salir en la ciudad.

La mayor parte de los núcleos tradicionales de A Coruña tienen hoy menos de 1.000 residentes. Los que superan esta cifra han experimentado ligeras variaciones en la última década: A Cabana, Montserrat, Martinete, Feáns y Palavea. Los que menos población tenían en 2009 tienen ahora incluso menos, vecinos que se cuentan con los dedos de dos manos en As Cernadas, San Xosé y Gramela.

A Coruña ha sido la segunda ciudad gallega que más población global ha ganado en el último año, de acuerdo con los datos más actualizados del INE. Un aumento del 0,77% la deja en 2020 con 247.604 empadronados. Vigo creció un 1,04%, hasta llegar a los 296.692 habitantes. La única ciudad que ha perdido población en el mismo periodo es Ferrol, un 0,74%. A Coruña es también la segunda ciudad de Galicia que más crece en el último lustro, por detrás de Santiago: la subida es del 1,49%, al pasar de 243.978 a 247.604 empadronados.

Sada, el municipio del área que más vecinos gana en un año y Cambre, el único de los urbanos que pierde habitantes

Sada es el municipio que ha visto más incrementado su censo en un año. Según los datos del padrón, a 1 de enero de 2020 el municipio sadense contaba con 16.186 empadronados, un 2,18% más que el pasado año. El segundo concello del primer cinturón del área metropolitana que más población gana en términos porcentuales es Arteixo, que crece un 1,48% y alcanza los 32.738 vecinos. Oleiros ocupa el tercer lugar, con una subida del 1,27% y un total de 36.534 habitantes. Culleredo registra una leve subida, del 0,93%, y alcanza los 36.534 empadronados. Cambre es el único municipio de los urbanos que pierde habitantes. Tras años de subida, el concello cambrés pierde un 0,22% de población en un año y pasa de 24.648 a 24.594 censados. En la comarca betanceira, Curtis es el que gana más habitantes, un 1,76% más que en 2019, seguido de Coirós, con un 1,59% más. Estos concellos ocupan el segundo y tercer puesto en subida porcentual del área, al contrario que Aranga, Oza-Cesuras, Paderne, Vilasantar o Vilarmaior, que pierden población un año más.