El desarrollo urbanístico de Labañou, conocido como As Percebeiras, cubre etapas hacia su materialización con algunas dudas sobre el proyecto. Como las que la Xunta apunta en su evaluación ambiental del proyecto respecto al efecto de algunas de sus edificaciones en el entorno. Y como las que tienen los vecinos y entidades que alegaron contra el proyecto sobre el compromiso de la actuación con los retos medioambientales de la ONU. Las alegaciones al plan de As Percebeiras contrarias a la construcción de los bloques aluden a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, a los que el Concello se adhirió a finales de 2018, como argumento para cuestionar la tramitación del proyecto, cuya evaluación ambiental por la vía rápida acaba de publicar el Diario Oficial de Galicia y se encamina hacia las modificaciones previas a la exposición pública y al paso por el pleno municipal.

El programa internacional, que coordina el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, reclama a las ciudades adheridas, como A Coruña, que garanticen la reducción del “consumo de suelo virgen” y establece estrategias sostenibles que cada ciudad debería traducir en medidas concretas. Entre esas líneas están la vinculación de la ordenación territorial con la planificación económica, cultural y de los recursos naturales del entorno; la coordinación de los ayuntamientos con los núcleos adyacentes; y el impulso a la “máxima interconexión” entre los ámbitos rural y urbano.

Parte de estas estrategias estarían incluidas en una memoria específica obligatoria para incorporar al plan general, pero este documento, si es que existe, no se ha hecho público. En esa memoria tendría que garantizarse que la construcción de nueva vivienda se adecue a las “dinámicas de población” y a las “nuevas actividades económicas” y compromete al Gobierno local para que las decisiones respecto a un desarrollo urbanístico permitan “la productividad del suelo ya transformado”.

Lo más parecido a estos requisitos que ha elaborado el Concello es un estudio de la empresa municipal de vivienda, Emvsa, que establece unas proyecciones sobre demanda residencial en un horizonte de doce años en función de previsiones demográficas basadas en hipótesis, y que concluye que en 2033 la ciudad tendría una demanda de casi 12.000 viviendas.

Los colectivos que han alegado contra el plan de As Percebeiras, criticado también por una parte de los residentes en el barrio, señalan que el proyecto es contrario a los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU para asentamientos urbanos por proponer una urbanización “no integrada en el entorno” que incluye la construcción de 371 viviendas en el borde litoral. Añaden que el documento ambiental estratégico del plan no alude a los objetivos sostenibles del Plan de Acción Local del Concello para la puesta en marcha de su agenda urbana.

Propuesta “aceptable”

El proyecto de As Percebeiras promovido por la empresa Metrovacesa fue aprobado por el actual Gobierno municipal en junio pasado después de varios años atascado. Su primer planteamiento fue en 2002 y en 2017 se propuso otro, que fue debatido por los promotores con el Ejecutivo de Marea para rebajar el volumen construido. El que el PSOE aprobó en verano presenta una iniciativa que reduce la edificabilidad residencial y las alturas de los inmuebles proyectados con respecto al plan elaborado en 2017, pero aún plantea la construcción de dos bloques que superan las ocho plantas que fija el plan general para estos terrenos, que solo pueden superarse si se justifican de forma adecuada; uno es de catorce plantas y otro de once.

La Consellería de Medio Ambiente avaló el proyecto el mes pasado con una evaluación ambiental simplificada y no una más detallada y señaló que su propuesta de integración paisajística es “aceptable”.

Vecinos de Labañou contrarios al plan avisan de que recurrirán a la Justicia si el pleno lo aprueba

Los vecinos del barrio de Labañou contrarios al proyecto de As Percebeiras agrupados en la asociación Francisco Rodríguez Otero consideran “injustificada, deficiente e injustificable” la resolución ambiental de la Xunta que ampara la construcción de bloques residenciales en la zona. El colectivo advierte de que si el pleno municipal llega a aprobar de forma definitiva el proyecto de Metrovacesa “estudiará la posibilidad de interponer la vía judicial contra un plan” que considera “contraria a la legalidad, ambiental y urbanísticamente insostenible y contrario al interés general”. La asociación vecinal cuestiona planteamientos técnicos recogidos en la evaluación ambiental de la Xunta publicada en el DOG, sobre todo el estudio sobre las sombras de los nuevas edificaciones en las viviendas más próximas al ámbito, y es especialmente crítica con Medio Ambiente por limitarse a hacer una evaluación simplificada del plan. “Lo que resulta verdaderamente inaudito es que la Xunta le haga el trabajo a la promotora. Lo que debería contener el plan y no tiene, un estudio sobre la sombra, quien lo redacta y elabora es la propia Xunta, e incluye ese estudio como anexo a la resolución ambiental”, señala. Marea Atlántica se expresó en sintonía con los vecinos de Labañou. “Es incomprensible el cambio de criterio de la Xunta al considerar suficiente una evaluación ambiental simplificada y un informe lleno de contradicciones, cuando en 2017 defendía justo lo contrario, como hemos denunciado”, expresa Marea.