El Ministerio para la Transición Ecológica ha sacado a concurso las obras de regeneración de la ría de O Burgo, con un presupuesto máximo de 48,59 millones de euros y un plazo de ejecución de 26 meses, tras ocho años de trámites ambientales. El proyecto de saneamiento cuenta con un cronograma que prevé un mes de trabajo durante este año y otro en 2024, por lo que las obras podrían estar rematadas justo dentro de tres años. Prevé que el grueso de las actuaciones se realice en 2023, con la ejecución de más de la mitad del presupuesto. Estos plazos y partidas están sujetos a modificación ya que las empresas que se presenten al concurso podrán mejorar sus ofertas no solo en la parte económica, sino también en la de ejecución de obra, acortando los tiempos señalados como máximos.

Esta licitación se publicará “en los próximos días” en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y sus pliegos de condiciones están colgados en la Plataforma de Contratación del Estado para su consulta, según adelantó ayer el delegado del Gobierno, Javier Losada. Las empresas interesadas en ejecutar la obra podrán presentar sus propuestas hasta el 2 de marzo, después, entre este mes y el 29 de abril, se abrirán los sobres con las ofertas para su valoración y posterior adjudicación.

Los tiempos son importantes en este caso, ya que la obra cuenta con cofinanciación europea —hasta en un 80%— pero están a cargo de unos fondos que tienen fecha de caducidad, ya que exigen que las obras estén comenzadas durante este ejercicio. Un criterio que se cumplirá “sí o sí”, según el delegado.

Estas obras de saneamiento de la ría de O Burgo incluyen el dragado de más de medio millón de metros cúbicos de sedimentos del interior de la ría, de los cuales, más de 223.000 se depositarán en un punto de vertido en el mar y 147.000 —tóxicos o que no son aptos para ser utilizados como relleno en otras zonas de la ría— se confinarán en unos recintos estancos en las márgenes de Oleiros y Culleredo, que generarán unas superficies que se aprovecharán para espacios verdes y también para dar continuidad a sus paseos.

En el recinto norte, que es el de Oleiros, el proyecto incluye el ajardinamiento de la zona y la ampliación del paseo existente en el entorno de la glorieta de la calle Sauces y también la ejecución de una senda peatonal y de un carril bici así como la ampliación del paseo en la zona de O Graxal, donde antes estaban los antiguos embarcaderos. En el recinto sur, que es el de Culleredo, se continuará el paseo existente y se crearán dos sendas peatonales y una nueva zona de esparcimiento, con dos pasarelas sobre el canal de Rego da Trabe. Para completar estas actuaciones, tendrán que canalizar los ríos que desembocan en la zona. Otra parte de los sedimentos dragados se utilizará para la restauración de canales y bancos marisqueros, unos 185.000 metros cúbicos, y el resto, procedente de la zona más exterior de la ría, se depositará en la playa de Santa Cristina.

Tras atender a las alegaciones presentadas por los concellos y las entidades implicadas en la regeneración de la ría, el proyecto definitivo también incluye medidas compensatorias como la instalación de material informativo, la eliminación de especies invasoras o la instalación de posaderos para aves, así como el traslado de especies de especial interés, como la Zostera noltii.

En el cronograma que se incorpora en los pliegos de la licitación, se recoge que, durante este año, solo habrá un mes de trabajo efectivo, con una inversión de 24.156 euros para las actuaciones previas al dragado. Entre estas intervenciones está una parte de la retirada de los bivalvos de los bancos marisqueros y su resiembra —si no alcanzan el tamaño adecuado para su venta—, que se recomienda hacer en invierno y en el primer mes de las obras, en los bancos de O Caínzo y As Maruxas Grande. Se consigna también para este primer mes una partida de 3.600 euros para garantizar la seguridad y la salud de las personas que ejecuten estos trabajos.

En 2022, las actuaciones y las inversiones son ya más cuantiosas. Se acaban las actuaciones previas, con 206.670 euros, una parte de esta cantidad será para continuar con la retirada de los bivalvos de los bancos marisqueros de A Baixada, Santa Cristina, Canijote, As Maruxas Pequeño, Carniceiro, Valiña y Canle da ría, que están previstas a partir del décimo mes de las obras. Este año empiezan los trabajos de dragado, con una aportación de 147.000 euros y se destinan 2,3 millones de euros a la formación de los recintos en los que se confinará una parte de los sedimentos retirados. Durante este año —entre el segundo y el decimotercer mes de la ejecución— se activará también una partida de 10.000 euros destinada a implementar medidas de protección ambiental.

Una vez sobrepasado el ecuador de las obras, en 2023, se concentran las partidas más importantes de la obra: 16, 3 millones de euros para continuar con las labores de dragado, otros dos millones para los recintos estancos de Oleiros y Culleredo; 250.000 euros, para las medidas de protección ambiental; casi 37.000 euros para la gestión de residuos y 80.000, para seguridad y salud.

En la recta final y en el que viene establecido como último mes de trabajo, al inicio de 2024, hay también grandes inversiones previstas, casi 9,8 millones para acabar con las obras de dragado; 1,68 millones, para la urbanización de la zona en la que se ha actuado; 677.000 euros para la reposición de ecosistemas, entre ellas, la resiembra de los bancos marisqueros, con semilla procedente de viveros, y otras partidas menores para seguridad y salud y gestión de residuos.