La concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán, asegura que los pliegos del contrato para la gestión de la planta de Nostián están ya en su última revisión antes de enviarse al servicio de Contratación, el paso previo para poder sacarlo a concurso, y que las empresas puedan hacer sus ofertas para dirigir la factoría de reciclaje en los próximos años, y tomar el testigo de Albada, que está en prórroga forzosa desde hace un año y hasta que se resuelva el concurso.

Fontán explica que Medio Ambiente estuvo ya en dos ocasiones en este punto, pero que tuvo que dar marcha atrás para poder actualizar el texto. A finales de febrero de 2020, el departamento municipal contaba con que los pliegos pasasen a Contratación tras un último repaso, pero llegó la pandemia y trastocó sus planes.

El contrato de la planta de tratamiento de residuos urbanos no se quedó en un cajón, según la edil, pero “pasó a un segundo plano,” por la urgencia sanitaria y, después, a mediados de mayo, los técnicos retomaron su trabajo de repaso del contenido de los pliegos, “en su parte más técnica”, hasta que se dieron cuenta de que la tarea sería más laboriosa de lo que esperaban porque durante este proceso de relectura tuvieron que actualizar el texto para adaptarlo a las nuevas directivas europeas y a los reales decretos que afectan a la actividad de la planta de Nostián.

“Algunos de ellos salieron hace tan solo cuatro o cinco semanas”, explica la concejala de Medio Ambiente que, asegura que esas normativas afectan a temas clave de la planta, como cuánto tiempo pueden estar los rechazos a cielo abierto o cómo se debe realizar el traslado de este material que ya no es posible reciclar.

A pesar de que la concejala prefiere no avanzar una fecha concreta sobre cuándo la documentación será trasladada al servicio de Contratación, asegura que se hará, “en cuanto sea posible” y en cuanto los técnicos tengan la certeza de que “los pliegos no podrán ser recurridos” por el incumplimiento de normativas en vigor ni por estar desactualizados, aunque es consciente del perjuicio que eso ocasiona a los trabajadores de la planta, que le piden celeridad en la tramitación del contrato.

El delegado de la CIG en Albada, Hadrián Canosa, se queja que, después de que el anterior Gobierno local anunciase que los pliegos estaban ya listos para salir a concurso, hayan pasado casi dos años y no haya habido avances en la tramitación. “El Concello intervino la empresa para tener tiempo para acabar los pliegos, pero pasaron los ocho meses de la intervención y seguimos igual y nosotros estamos preocupados, porque la empresa saliente no quiere negociar y estamos sin convenio”, comenta Canosa, que mantendrá reuniones en los próximos días con BNG y Marea Atlántica para explicarles la situación en la que se encuentran actualmente.

“Nos dicen que hubo cambios en la legislación europea y que siguen trabajando en los pliegos, pero parece más una excusa. Suena más a falta de personal o a que tienen que tomar decisiones importantes que todavía no saben cómo resolver, como qué hacer con los rechazos, con ese material que no es recuperable, porque hay dos opciones, que vaya a un vertedero, y son muy escasos en nuestro país, o la incineración que no es lo más recomendable”, relata Canosa.

A finales del año pasado, la CIG pidió al Concello que interviniese de nuevo la planta hasta que saliese a concurso el nuevo contrato, para garantizar “la gestión adecuada y el mantenimiento de las instalaciones”, así como que se garanticen los derechos laborales de la plantilla. Y es que, Albada, que todavía gestiona la planta al someterla el Concello a una prórroga forzosa, planteó un recorte de la plantilla de un 40% al entender que esa era la rebaja en los residuos que iba a sufrir porque solo se creía obligada a tratar el material procedente del Concello de A Coruña y no el de los municipios del Consorcio As Mariñas.