“Ayudas directas e inmediatas”. Es la demanda urgente de los hosteleros. Lo expresaron ayer con largas pancartas de caracteres grandes en la plaza de María Pita durante una cacerolada de protesta por la “criminalización” que creen que sufre su sector por parte de las administraciones durante la pandemia del coronavirus, castigado con cierres parciales o totales de negocios, desde la semana pasada solo abiertos hasta las seis de la tarde, y así, o en peores condiciones, durante los próximos meses, temen empresarios y trabajadores.

La hostelería se movilizó ayer a las siete de la tarde, una hora después del cierre de sus negocios, con una cacerolada de media hora ante el Ayuntamiento para expresar su malestar con las restricciones derivadas de la incidencia del COVID impuestas por la Xunta al sector, abocado a un nuevo parón u otra limitación en su actividad. Unos 300 trabajadores secundaron la protesta convocada por la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de A Coruña, a la que también acudió la plataforma Shostalería.

La concentración coincidió con el inicio de la reunión del comité clínico de la Xunta en Santiago, que propuso situar a todos los concellos gallegos en los dos niveles más altos de restricciones ante el agravamiento de la pandemia. A Coruña, como Arteixo, Culleredo, Cambre y Carral, está en el nivel medio-alto. El empeoramiento de la situación, con más de 250 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos catorce días, apunta a que la Xunta puede endurecer las restricciones y elevar el nivel de alerta al máximo. Hoy comunicará si hay cambios. Para la hostelería, supondría cerrar su interior y solo poder servir al 50% en las terrazas, manteniendo las reuniones en un máximo de cuatro personas y el cierre a las 18.00 horas, salvo para recoger bebidas o comidas, que se pueden servir hasta las 23.00 horas.

Ahogados por la pérdida de ingresos y la acumulación de gastos por los cierres de negocios y desesperados por la tardanza en percibir las prestaciones anunciadas por la Xunta en noviembre y por el Ayuntamiento en mayo, los hosteleros urgen ayudas ya. “No podemos aguantar otro cierre, estamos al límite. La hostelería está siendo criminalizada. Pagamos el pato de las fiestas navideñas y si ahora nos vuelven a cerrar por el bien común, necesitamos ayudas directas de forma inmediata, que se paguen ya. No podemos estar más tiempo esperando, tenemos que dar de comer a nuestras familias”, demanda el presidente de los hosteleros, Héctor Cañete.

La entidad reclama un plan de rescate al sector coordinado por todas las administraciones y criticó que las autoridades permitiesen las reuniones familiares y la apertura de la hostelería en diciembre para cerrarla después de Navidad por el aumento de casos de coronavirus. Cañete promovió una votación a mano alzada tras la cacerolada para que los empresarios manifestasen si, transcurrida una semana para esperar la respuesta institucional, trasladan una nueva protesta por la falta de ayudas a la avenida Alfonso Molina. La mayoría votó que sí.

“Hay que generar los mecanismos adecuados para poder aliviar la carga de gastos básicos de nuestros negocios en caso de cierre forzoso, asesorar a nuestros empleados y participar activa y directamente en recuperar la actividad del sector y de su futura generación”, añade Xabi Barral, miembro y portavoz de Shostalería.

El empresario Lolo Villaverde, propietario del local Área Crítica, que en el verano inició una huelga de hambre por la falta de apoyos institucionales a su actividad, leyó un manifiesto escrito por él mismo en el que protestó por los cierres que afectan a la hostelería, a la cultura y al arte, y pidió a las autoridades que a estos sectores “se les deje hacer un trabajo digno”. “La salud y el pan tienen que ir de la mano. Ya está bien de mentiras, nosotros no somos asesinos, este virus maldito se coge en cualquier sitio”, dijo. Tras la cacerolada se produjo un minuto de silencio con velas y las luces de los móviles encendidas “por el mal momento que pasa el sector”, y un minuto más de ruido como colofón a la concentración.

En la cita estuvieron presentes concejales del Gobierno local y de los grupos municipales del PP, Marea Atlántica, BNG y la edil no adscrita, para trasladar su apoyo al sector de la hostelería por la delicada situación por la que pasan debido a la pandemia sanitaria. Los representantes de los hosteleros están convocados esta mañana a un encuentro con el portavoz municipal, José Manuel Lage, para recibir información sobre la tramitación de ayudas y la activación de un nuevo plan de ayuda al sector, el Presco de 2021. El Concello ha llamado también a esta reunión a portavoces del pequeño comercio local.

Marea cuestionó ayer que el Ejecutivo de Inés Rey adelante un nuevo plan de reactivación económico y social sin haber informado antes a la oposición. “No ha habido un mínimo intento de negociación previa y no se nos ha enseñado un solo documento a los demás partidos, a los que se nos reclama apoyo. Y se hace sin que se hayan entregado aún todas las ayudas solicitadas del Presco de 2020”, criticó la portavoz del grupo, María García.

Los hosteleros urgen ayudas “inmediatas” y un plan de rescate de todas las administraciones

Juan Manuel Guimaray dasilva | El Pescadito

“Tengo muy poca esperanza, nos vamos al caos”

“Tenemos muy poca esperanza de poder salvarnos. Nos vamos al caos. Muchos hosteleros no cobramos aún las ayudas, yo entre ellos, y así, desde el mes de marzo, no se aguanta”. Un mensaje tan pesimista como este lo expresa Juan Manuel Guimaray, responsable de la cervecería El Pescadito en la plaza de María Pita. Ayer junto a su negocio se lamentaba de una situación particular “muy complicada”: “No he cobrado absolutamente nada y he tenido que cerrar otro negocio en la calle Olmos, Brasa y Vino”. Cuenta que pidió ayudas a la Xunta, pero en el Concello le informaron de que no podía solicitar las prestaciones del Presco al encontrarse de baja. “Un nuevo cierre, si lo hay ahora o más tarde, va a ser un golpe más duro. Yo tengo cosas sin pagar porque no genero, es evidente. Así es muy difícil continuar”, vaticina.

Los hosteleros urgen ayudas “inmediatas” y un plan de rescate de todas las administraciones

Cari y bruno | Distribuidora VAC Hostelería

“Mil euros para una empresa no llegan para sus muchos gastos” 

Aunque no son los propietarios de un negocio de hostelería en la ciudad ni trabajan en ellos, Cari y Bruno dependen mucho de su estado para poder subsistir en su propia empresa, VAC Hostelería, que distribuye vinos, conservas y otros productos de alimentación. Por eso acudieron ayer a la concentración ruidosa de María Pita, para “reivindicar el derecho a poder trabajar”. “No tenemos un bar, pero si los bares no venden no podemos vender ni tener ingresos”, reclama Cari. Su compañero Bruno admite que, como los hosteleros, lo están pasando “muy mal”, y cree que durará: “Estaremos así al menos dos años más”. “Pedimos ayudas como empresa, pero mil euros no nos dan lo suficiente para solucionar la mala situación. Con eso no pagamos autónomos, la luz, el agua, la gestoría ni la Seguridad Social. Son muchos gastos”, repasa Cari.

Los hosteleros urgen ayudas “inmediatas” y un plan de rescate de todas las administraciones

Los hosteleros urgen ayudas “inmediatas” y un plan de rescate de todas las administraciones

Jesús Calvo García | Cafetería de la Facultad de Ingeniería de Caminos

“Apoyo a todos los amigos que lo están pasando muy mal”

De marzo a septiembre de 2020, con las universidades cerradas y las clases en formato telemático por la primera ola del coronavirus, las cafeterías de las facultades coruñeses no sirvieron absolutamente nada. En esos cinco meses no pudo trabajar Jesús Calvo García en la cantina de Ingeniería de Caminos en el campus de Elviña. Ahora sí lo hace, hasta las siete de la tarde todos los días, pero no sabe si hoy le dejarán hacerlo si un nuevo cierre de la hostelería afectase también a las cafeterías universitarias. “Trabajamos como personal esencial en el sector, pero nuestro caso es particular dentro de la hostelería al depender de la Universidad, y también aplicamos todas las medidas de seguridad y cumplimos las restricciones. Pero sufrimos la pérdida de clientes como todos los bares de la ciudad, tuvimos empleados en situación de ERTE y solo hemos recuperado a la mitad de ellos. Vengo a manifestarme para apoyar al sector y a los amigos que tengo en él que lo están pasando muy mal. “, comentaba ayer Jesús Calvo en la plaza de María Pita.

Los hosteleros urgen ayudas “inmediatas” y un plan de rescate de todas las administraciones

Mari Fraga y Fabiola Fraga | Todo Rico

“¿Por qué se cierran los bares si se incumple en buses y tiendas?”

En Todo Rico, en el centro comercial Marineda City, trabajan Mari Fraga y Fabiola Fraga. Lo hacen con la jornada reducida y aún esperan por cobrar parte de lo que les corresponde por el expediente de regulación temporal del empleo al que se acogió su empresa. “La situación de compañeros que están en nuestra situación es insostenible”, lamenta Fabiola. Mari se queja de que el sector de hostelería “se criminaliza” durante la pandemia del COVID. “Los hosteleros somos estrictos con las medidas que nos piden aplicar, cumplimos, pero ¿lo están haciendo en los buses, en los comercios. ¿Por qué se plantea otra vez el cierre de los bares si donde se incumplen las medidas es en los autobuses y en las tiendas?”, protesta Mari Fraga mientras participa en la cacerolada con una sirena.