El Concello ha dado licencia esta semana a la fase cero de la ampliación del hospital, en realidad, corresponde al último paso del plan director de 2011, y posibilita la ampliación de las salas de la Unidad de Cuidados Intensivos de la sexta planta. A falta de unos días, según el anuncio que protagonizaron el pasado lunes la alcaldesa, Inés Rey, y el presidente del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, para que se firme el convenio que establecerá cuáles son las responsabilidades de cada una de las administraciones en este nuevo proyecto de ampliación de las instalaciones sanitarias, las empresas cuentan con información técnica para presentar sus propuestas para la redacción del proyecto a realizar.

Este paso es importante, ya que, por ahora, la Xunta ha presentado las líneas básicas de la ampliación, pero será con ese contrato donde se establezcan las obras a ejecutar. En el proceso, la Xunta ya avanzó que primará las ofertas que promuevan la construcción por fases, de modo que puedan ir en entrando en funcionamiento los módulos que estén finalizados.

En la presentación de la ampliación del hospital, el año pasado, más de treinta familias de Eirís descubrieron que sus casas estaban afectadas por el nuevo proyecto. Es una situación reversible, ya que la propuesta ganadora del contrato de redacción puede modificar la idea inicial y reorganizar las construcciones para salvaguardar, si no todas, algunas de las viviendas ya construidas, y que los viales las sorteen.

¿Cuánto costará el proyecto y quién lo pagará? Hasta que se firme el convenio no se sabrá con certeza qué responsabilidades tiene cada Administración, ya que será este documento el que determine las inversiones de cada una. En principio, solo Xunta y Concello aportarán fondos para este fin, aunque la Diputación se comprometió en noviembre del año pasado a invertir en esta obra, con la salvedad de que la entidad provincial carece de competencias en materia sanitaria. La Xunta anunció que la inversión total será de 430 millones de euros y el borrador del convenio establece que el Concello aporte un máximo de 22,2 millones de euros, que se destinarán a la construcción de viales y a expropiaciones. Sin cuantificar su valor, se recoge también en el borrador, que el Concello ha de asumir el coste de dotar al hospital de servicios, tales como transporte público y/o aparcamientos disuasorios, luz, gas, telefonía, agua y recogida de basuras, y que renuncie al cobro de algunos impuestos y tasas. La adquisición de terrenos tiene como importe máximo doce millones de euros, y la ejecución de los viales, tanto de conexión al hospital como las vías de servicio dentro del complejo, 10,2 millones. En el borrador se recoge, además, que el Concello ha de poner a disposición de la Xunta una parcela municipal de más de 8.000 metros cuadrados, cuyo valor no está recogido en el texto, para la ampliación del complejo sanitario.

¿Qué dijo el Concello del convenio y qué dice ahora? Los servicios municipales tildaron de “desproporcionado” el acuerdo cuando la Xunta se lo envió. A pesar de que Intervención, la Asesoría Jurídica y Secretaría General del Pleno emitieron a finales del año pasado sus informes en los que mostraban desacuerdo con el contenido del texto, la alcaldesa y el presidente de la Xunta anunciaron que firmarán un convenio antes de que se acabe este mes, aunque sin aclarar entonces, ni días después, si ha habido modificaciones en las aportaciones municipales. El portavoz municipal, José Manuel Lage, llegó a decir que “rozaba la ilegalidad”.

¿A cuántas viviendas afecta y en qué forma? En el caso de la construcción de los viales de acceso a las nuevas instalaciones sanitarias, el proyecto de movilidad incluye seis viviendas afectadas,. Tres en la avenida de Monelos, las correspondientes a los números 20, 22 y 24; otra en Curramontes y otras dos en la calle Inés de Ben (los números 14 y 16). En la ampliación de la parcela del actual hospital, aparecen como afectadas treinta parcelas, con 19 edificaciones, catorce de ellas, residenciales, en total, 37.346 metros cuadrados. En un segundo punto, el proyecto plantea que, “a largo plazo” se podrían ver afectadas otras cuatro parcelas, al oeste de la calle Curramontes, y otras tres que están ocupadas por el aparcamiento, en total, 16.104 metros cuadrados. La valoración de estos terrenos de 32,1 millones. Estas cifras son orientativas, ya que el precio se fijará en un procedimiento paralelo.

¿Pueden los vecinos paralizar la obra si se niegan a salir de sus casas o a que se las expropien? No, aunque sí que podrán presentar alegaciones al proyecto y solicitar que se modifique para evitar que sus casas sean incluidas en el desarrollo. El proyecto incluye un apartado que resulta novedoso y es que, si bien normalmente lo que se hace en estos procesos es valorar las viviendas y las parcelas afectadas y pagar por su expropiación, en este caso, se contempla la compensación en especie. Es decir, que se propone que sea la propia Administración quien, de ser posible, garantice el realojo de los residentes afectados, construyendo unas viviendas de condiciones similares a las absorbidas y en una parcela cercana, para que los vecinos puedan mantener sus relaciones sociales. Esto significa, por ejemplo, que si el proyecto de ampliación afecta a viviendas unifamiliares, la promotora de la obra puede hacer una urbanización en las inmediaciones del hospital para resarcir a sus propietarios de la pérdida y compensar la diferencia con dinero.

¿Cómo se estima el valor de los terrenos afectados? En el plan de movilidad se toma como referencia, para la expropiación de las viviendas, la tasación media de vivienda libre con más de cinco años de antigüedad, así como el precio medio en los años 2018 y 2019 del metro cuadrado de suelo urbano en municipios de más de 50.000 habitantes , que publica el Ministerio de Fomento, pero no fijándose en el de la ciudad sino en la media provincial. Sin embargo, ya los propios redactores del texto reflejan que hay “múltiples” formas de calcular este precio y que es preciso “un análisis más exhaustivo”, de modo que la partida de 954.065 euros que estima para la mejora de los accesos —con afectación de seis edificaciones— podría ser mayor si, en lugar de tomar como referencia los 86,95 euros por metro cuadrado, que calcula para la compra de suelo y los 1.214,6 euros por metro cuadrado para las viviendas, aplica el artículo 24 del Reglamento de valoraciones de la Ley de Suelo, de 2011, que establece que se calcule en base a seis o más transacciones reales u ofertas realizadas en la zona y teniendo en cuenta otras variables como la antigüedad de la vivienda, su estado de conservación o la configuración geométrica de la parcela. Para la valoración del suelo necesario para mejorar los accesos del hospital, el precio se fija en 99 euros por metro cuadrado, por ser “el más desfavorable” de los consultados en 2018. En total, el estudio prevé una inversión de casi 911.000 euros en la adquisición de 9.201 metros cuadrados de suelo urbano para los accesos. De todos modos, esta es solo una estimación que podrían tener, finalmente, terrenos y viviendas.

¿Cuánto cuesta y cómo se hará el diseño de la ampliación del hospital? El Servizo Galego de Saúde (Sergas) licitó el contrato de redacción del documento para la tramitación urbanística, anteproyecto, proyecto básico de ejecución, de expropiación por tasación conjunta, la dirección facultativa de la obra y control y vigilancia del nuevo complejo hospitalario, por casi 7,6 millones de euros. El plazo de ejecución es de 78 meses, de modo que durante este año se invertirán 154.257,78 euros. Las partidas más cuantiosas están previstas para 2023, con 2,8 millones de euros, y para 2025, con 1,18 millones. El proyecto finalizará en 2027, con una partida que roza el millón de euros. Dentro de este contrato, hay un cronograma que prevé que las obras empiecen en el año 2023, con demoliciones. El proyecto arrancará con la tramitación ambiental y urbanística, un procedimiento en el que los afectados tendrán oportunidad de presentar alegaciones a las soluciones propuestas por la empresa redactora.

¿Qué prevé hacer el Sergas? La idea es doblar las instalaciones disponibles del complejo, de modo que a los 40.000 metros cuadrados actuales, sumará otros 45.800, y llegará a los 86.000 metros cuadrados. Es indispensable también la reorganización del tráfico, toda vez que la Xunta decidió que la ampliación se ejecutase en el emplazamiento actual y no en los terrenos de la fábrica de armas, como se había estudiado. Está previsto que el tráfico de la avenida de Monelos se canalice a través de Lamadosa, de Inés de Ben y de Castaño de Eirís y que las tres calles estén conectadas con una carretera que rodee las nuevas instalaciones y que sirva para hacer una ronda con entradas independientes para las diferentes zonas sanitarias. En los planes está también la construcción de un ramal con tres salidas hacia A Pasaxe.

¿Qué habrá en las nuevas instalaciones del hospital? Además de las dependencias sanitarias, el proyecto incluye zonas verdes. Según el pliego de condiciones del contrato, se potenciará, además, la luz natural en el interior del hospital y se primará el uso de materiales naturales, como la madera. En las dependencias sanitarias habrá na nueva unidad de urgencias, de radiología, nuevos quirófanos, Unidades de Cuidados Intensivos y también se integrarán en las instalaciones la unidad de agudos de psiquiatría, también el servicio de rehabilitación, que se trasladará de otros hospitales. Habrá nuevos servicios, como oncología radioterápica y medicina nuclear. Según los datos aportados por la Xunta, se aumentarán las camas, que pasarán de 1.346 a 1.543, también el espacio de las habitaciones individuales; los puestos de urgencias pasarán de 186 a 387 y los quirófanos aumentarán de 37 a 48, con la ampliación de las instalaciones. En la fase cero de la reforma que ha obtenido licencia esta semana se incluye la ampliación del espacio —hasta casi los 16 metros cuadrados— para las salas de UCI de la sexta planta.

¿Y los vecinos qué dicen? Los vecinos afectados por la ampliación del hospital y por sus accesos han pedido reuniones con Xunta y Concello para saber cuáles serán las consecuencias de la puesta en marcha de este proyecto y para conocer si el actual conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, mantiene los compromisos a los que habían llegado con su predecesor, Jesús Vázquez Almuíña, de que solo se iban a expropiar las viviendas y parcelas que fuesen absolutamente necesarias y que se salvaguardarían todas las demás. La presidenta de la asociación de vecinos, Mónica Díaz, se queja de la falta de información a su alcance. Para pedir explicaciones, los afectados mantendrán una reunión con representantes municipales el día 19 ya que, según el borrador del convenio será el Concello quien tenga que hacer frente a las expropiaciones. Los vecinos aseguran que están a favor de la ampliación del hospital, “pero no así”.