El disco más reciente de Silvia Penide, el EP Los días de plomo, guarda un bonus track inesperado, un postre delicioso, una colaboración excepcional. Después de tres canciones (Bailar en Irán, Chantilly y Los días de plomo) y dos poemas escritos en los últimos meses, todos durante el confinamiento domiciliario, el álbum se cierra con El efecto boomerang, “un canto a la esperanza”, un mensaje de ánimo en el que la cantante y compositora arteixana comparte voces ni más ni menos que con Víctor Manuel. “Un regalo personal y artístico que no me esperaba”, confiesa Penide, muy emocionada por el resultado.

Esa emoción nace por un lado de la admiración que la cantautora siente desde la infancia por el veterano artista asturiano, de quien recuerda escuchar su música —y llorar con ella— en casetes en el Seat Panda de sus padres, a quien versionaba (Soy un corazón tendido al sol, Solo pienso en ti) cuando ella daba sus primeros pasos con una guitarra sobre los escenarios, y a quien nunca ha perdido de vista en su madurez musical. “Siempre me ha encantado esa aspereza delicada, una dulzura fuerte con la que canta, una música con letras adelantadas a su tiempo”, describe. Es una emoción que también late por el modo en cómo un día Víctor Manuel respondió con seguridad a la humilde propuesta de colaborar en una simple canción de una autora a la que no conocía en absoluto.

“Un día hablamos de que creíamos que quedaría bien la voz de Víctor Manuel en El efecto boomerang, una canción del disco del mismo título que grabé en 2019 y al que, por el coronavirus, no pudimos sacar de gira este año, que quedó un poco en el limbo. Quería recuperarlo para este EP y mi mánager, Tomi [Legido], dijo que iba a tratar de proponérselo al propio Víctor Manuel, que no perdíamos nada intentándolo. Lanzamos la piedra al aire y a través de David San José, con quien trabajé en el disco anterior y con el que conecté muy bien, y que es hijo de Víctor, le hicimos llegar la canción. Un día estaba tendiendo la ropa y me llamó David para darme una buena noticia, para decirme que a Víctor le había gustado el tema y que quería grabarlo. Me quedé paralizada. No me lo podía creer”, cuenta Silvia Penide.

La “poesía de la vida”, como la llama la cantante, intervino después. Ella grababa en A Coruña las voces de Los días de plomo el mismo día y a la misma hora en que Víctor Manuel, en Madrid, grababa las de El efecto boomerang. Le enviaron un fragmento, que le entusiasmó en bruto, y días después el tema quedaba mezclado por David San José, “perfecto, muy bien ensamblado”, como si él y ella estuvieran en la misma habitación gracias a una tecnología que ha permitido juntar a una cantautora con uno de sus ídolos de siempre en apenas cuatro minutos de canción.

“Tú sabes que tú puedes”, “llévate un te quiero”, repiten Silvia y Víctor en un tema que gana intensidad según avanza y desnuda la ternura que con se interpreta. El efecto boomerang es, en palabras de su autora, “un canto al positivismo cuando tienes que decir adiós y no quieres despedirte”. “Hay que hacerlo con mucho cariño por la huella que alguien deja en ti al marcharse. Es una manera de mirar hacia delante con la cabeza alta. Por eso queríamos que fuera el bonus track final”, explica Penide.

Lo único que lamenta es no haber podido salir de A Coruña para haber podido cantar y grabar con Víctor Manuel en carne y hueso. En el disco anterior compartió estudio con otra de sus referencias musicales, Javier Álvarez, pero esta vez se perdió la complicidad cercana, el entendimiento íntimo. “Ya surgirán más cosas”, le escribió Víctor por correo electrónico esta semana.

El EP Los días de plomo se puede adquirir ya: de momento, escribiendo un email a la dirección info@silviapenide.com y próximamente estará en formato físico en varios puntos de venta en la ciudad, como se informará a través de redes sociales, aunque con una tirada muy limitada.