El mismo margen tras el desbroce, ayer. | // LA OPINIÓN

Los vecinos de Palavea agrupados en la asociación Os Nosos Lares demandaron al Estado el pasado 7 de enero que limpiase los márgenes de la avenida Alfonso Molina a la altura de la fábrica de armas para hacer más cómodo el tránsito, ya que la hierba estaba demasiado alta y la maleza cubría parte de las aceras y estaba muy próxima a la calzada. La reclamación se acompañaba de una petición al Ministerio de Transportes para que dispusiera de los “medios necesarios” para evitar la proliferación de accidentes en la zona, donde aquella misma mañana se había producido un atropello que había causado graves heridas a una mujer que caminaba por un lateral de la carretera N-550. La Dirección General de Carreteras atendió la demanda de los vecinos, que trasladaron la iniciativa a la Subdelegación del Gobierno, y en los últimos días desbrozó los dos márgenes peatonales de Lavedra.

La vegetación rozaba la calzada y cubría la acera y los muros laterales

La zona presentaba ayer un aspecto despejado y limpio, con la hierba segada tanto en el arcén como en las baldosas de la acera y los muros laterales, por donde antes se acumulaba vegetación y se estrechaba el espacio para caminar. Los vecinos denunciaban que el paso de los peatones por ese lugar por el que avanzan para cruzar al otro lado de Alfonso Molina a través de la pasarela de Palavea no era nada cómodo. Ayer se felicitaban por la rapidez de la administración central para atender su petición.

El colectivo vecinal ha reclamado también varias veces al Estado que mejore las condiciones de seguridad en la zona de Lavedra y el cruce con la N-550 por el aumento de accidentes, sobre todo atropellos. Al mismo tiempo dirigía un mensaje a la población del entorno para que fuese responsable en sus desplazamientos entre barrios, desde Eirís y Pedralonga, muchos de ellos al cruzar los viales para acceder al centro comercial Alcampo.

El Estado licitó nada más comenzar este año por 1,5 millones de euros la construcción de la pasarela de Pedralonga, una infraestructura que forma parte de la ampliación de Alfonso Molina y por cuya licitación se esperaba desde hace años. Los trabajos durarán 26 años y comprenden la expropiación de 1.430 metros cuadrados.