El Gobierno local ha avanzado a los vecinos de Eirís afectados por la ampliación del hospital que ha hecho suya la propuesta de que las obras afecten lo menos posible a las viviendas y que ha introducido en el texto del convenio con la Xunta que el crecimiento de las instalaciones —sanitarias y de humanización— siempre que sea posible, se haga hacia la parte del parque de Eirís y del aparcamiento, “en la parte sur”, y no hacia la zona ya urbanizada.

Es una preferencia del Ayuntamiento, aunque eso no quiere decir que, finalmente, el proyecto elegido para ejecutar la ampliación del hospital crezca hacia ese lado, ya que será la Xunta quien lo adjudique y quien elija, entre las propuestas de las empresas que se presenten al concurso, la ganadora. A este compromiso se une el de que las obras generen el menor impacto posible en la zona ya urbanizada y que, según fuentes municipales, está ya recogido en el texto del convenio que establecerá los compromisos de cada una de las administraciones.

A pesar de que la redacción no está cerrada todavía, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. y la alcaldesa, Inés Rey, anunciaron la pasada semana, que este documento se firmará antes de que se acabe el mes. “Salimos de la reunión más aliviados de lo que entramos, porque el Concello nos dijo que su intención es garantizar la mínima afectación a los vecinos”, decía ayer la presidenta de la asociación de vecinos de Eirís, Mónica Díaz.

El contrato que sacó a concurso la Xunta para la redacción del proyecto de ampliación del hospital, sin embargo, no establece como condición que se intenten salvaguardar las viviendas a la hora de decidir cómo y hacia dónde crecen las instalaciones sanitarias, aunque sí que tiene en cuenta otros aspectos, como que se pueda hacer una compensación en especie a los vecinos que resulten afectados por las expropiaciones. Normalmente, el procedimiento que se sigue es que se valoran las viviendas y las parcelas necesarias para el desarrollo de las instalaciones y sus viales y se paga por su expropiación. Sin embargo, el pliego de condiciones de la ampliación del hospital contempla que sea la propia Administración quien, de ser posible, garantice el realojo de los residentes afectados, construyendo unas viviendas de condiciones similares a las absorbidas por el polígono y en una parcela cercana, para que los vecinos puedan mantener sus relaciones sociales y su vida se vea lo menos alterada posible.

En la reunión, según avanzó el Gobierno local, se le transmitió a los vecinos “la necesidad de la construcción del hospital”, algo a lo que ellos nunca se han negado, ya que su lema es: Novo CHUAC si, pero non así,. y también “que se tratará de que la afectación sea la menor posible”, así como las expropiaciones, aunque sin negar que habrá afectados porque la envergadura del proyecto así lo requiere.

Los vecinos demandan que se reordenen los accesos y los volúmenes a construir para evitar que medio centenar de familias se vean afectadas si el proyecto se realiza tal y como lo presentó la Xunta hace un año y ponen por ejemplo, los accesos a los edificios del hospital. “Parece que las rotondas están hechas justo encima de las casas, queremos que cambien eso para que no las tiren”, defiende Díaz.

Los vecinos demandan también que, tal y como les atendió el Gobierno local, la Xunta les reciba para explicarles el proyecto y sus afectaciones, aunque sus solicitudes de reunión, tras el cambio en el Ejecutivo, no han sido respondidas.