La constructora Desarrolla Obras y Servicios ha finalizado los trabajos para subsanar el desprendimiento de un tramo del muro de contención perimetral del edificio que está levantando en la calle Rey Abdullah, cuyo derrumbe hace once días provocó el desalojó de 32 familias de dos edificios próximos. La empresa informa que enviará hoy la documentación al Concello, por lo que serán los técnicos municipales los que decidan, en función de la revisión de los trabajos, cuándo podrán regresas a sus viviendas los vecinos que durante estas semanas se han alojado en el hotel Riazor.

Fue en la madrugada del 14 de enero cuando el muro se vino abajo. Según la constructora, el derrumbe se produjo por “un colapso puntual de un anclaje por la abundancia de agua acumulada en el subsuelo procedente de las fuertes lluvias registradas en diciembre”. Aunque Desarrolla insistió en que no existía “riesgo alguno para las edificaciones colindantes”, por precaución sí decidió ofrecer a los vecinos de los números 82-80 y 76-78 de la avenida de Finisterre la posibilidad de alojarse en un hotel el tiempo que durasen las obras de consolidación del muro.

En un primer momento, fuentes municipales aseguraron que estos trabajos podían prolongarse durante tres semanas, pero finalmente la incidencia se resolvió en once días. Para lograrlo, Desarrolla activó un doble turno de trabajo. El equipo de la constructora realizó tareas de consolidación, anclaje y reposición en la zona desprendida, lo que ha permitido consolidar el frente de excavación afectado, según informan desde la empresa.

La constructora asegura que durante estas semanas ha mantenido un “contacto permanente” con los vecinos desalojados con el objetivo de “mantenerles informados puntualmente de la evolución de los trabajos”. Además, se habilitó un servicio de atención 24 horas a los vecinos durante los días de realojo.

Desarrolla también contrató los servicios de una empresa de ingeniería especializada en topografía para observar posibles movimientos del edificio. El informe concluye que “no ha habido ningún tipo de movimiento estructural de los edificios, por lo que se descartan deformaciones en la morfología de su estructura”. Ahora serán los técnicos del Concello los que revisen los trabajos realizados durante los últimos diez días para decidir si los realojados pueden regresar a sus viviendas. Cuando se establezca una fecha, la constructora activará un servicio de retorno para facilitar la vuelta de los afectados.