Es posible que si quitasen a la población dinero directamente del bolsillo, más de uno se lo pensaría dos veces antes de cometer un acto vandálico. Es complicado que esto llegue a suceder algún día, pero, a cambio, una campaña se ocupa de visibilizar los daños que los actos incívicos producen en la economía de la ciudad. Según expone el Concello en la exposición, el mantenimiento, reposición y limpieza de piezas dañadas por el vandalismo le ha costado dos millones en los últimos cinco años.

El proyecto nace tras una propuesta que el Concello realizó a una empresa que se encarga del mantenimiento de los baños públicos de la ciudad, Xalo obras y servicios. La campaña se centra, precisamente, en estos espacios, uno de los lugares más vandalizados. La agencia de publicidad Dominio Zero hizo el resto. “La idea era, primero, mostrar que el Ayuntamiento se ha dado cuenta de que tiene un problema, y hacerlo público”, resume la responsable de la campaña, Ylenia Santos. El diseño de logos y la parte artística corre a cargo de Natalia Agoure.

El objetivo persigue ilustrar sobre el coste real que tiene arreglar los desperfectos de los baños públicos cada pocos meses, y en qué podría invertirse esa cuantía de no tener que emplearla en reparar estos daños. Para ello, la campaña se sirve de piezas reales de baños públicos vandalizados, como espejos o sanitarios rotos y surcados de graffitis. “Queríamos exponerlas de una forma más artística, como si fuesen esculturas, más agradables a la vista”, comenta Santos. Cinco peanas en forma de escultura componen la muestra, que es difícil ignorar si uno pasa por la zona.

Tras las peanas, aparecen reflejados una serie de datos que pueden, como mínimo, invitar a una reflexión. “La gente puede ver el gasto que tiene que hacer el ayuntamiento para limpiar y arreglar los desperfectos. Son datos reales de la ciudad de A Coruña”, revela Santos. En contraposición, los servicios públicos que podrían verse enriquecidos con ese dinero: más farolas para la ciudad, más bancos o, incluso, baños mejores. “Es una forma de dar a conocer, también, la cantidad de baños que tiene la ciudad, un total de 74. Detrás de las peanas hay un código QR, que se puede escanear y acceder a su ubicación exacta”, completa Santos.

En los últimos cinco años, el vandalismo costó dos millones de euros al Concello

La campaña la completan una serie de historias distintas con las que la gente puede sentirse identificada. Los creadores de la campaña han querido, además, hacerla interactiva: las peanas proponen secundar un reto en la red social Tik Tok, para el que cuentan con la colaboración de la influencer ferrolana Melissa López. El reto consiste en copiar la coreografía ideada por la influencer, que aparece bailando en un baño público. Los participantes tendrán que subir un vídeo imitando la coreografía de la joven, acompañado del hastagh #stopvandalismocoruna, y entrarán en el sorteo de un patinete eléctrico. Todo con el firme objetivo de visibilizar el impacto económico de los actos incívicos. Nada mejor que el ejemplo vistoso. “Con todas las piezas de váter rotas, se podría construir otra Torre de Hércules, o una autopista a Vigo”, ejemplifica Santos.