De recurso excepcional a herramienta habitual. La docencia online ha pasado en casi un año, el tiempo en el que el coronavirus ha afectado a la vida cotidiana de la población mundial, a convertirse en una solución académica necesaria para mantener activo el aprendizaje en distintas edades. La Universidade da Coruña (UDC) contará con una normativa que regulará la enseñanza semipresencial y a distancia, modalidades que no están recogidas en sus reglamentos y que a partir de ahora, con la incidencia de la pandemia en la actividad docente y en la movilidad de los estudiantes, lo estarán. Las normas, que afectarán a los grados que en el actualidad (o en el futuro) tienen versión presencial y online, como es el caso de Turismo, serán aprobadas hoy en el Consello de Goberno de la institución académica.
La UDC es una universidad presencial, pero desde este curso imparte Turismo en versión presencial y a distancia, modalidades que podrían adaptar futuras disciplinas. Además, todas las materias de todas las titulaciones tienen especificada la forma de evaluación en las guías docentes y desde este curso tienen un plan de contingencia en previsión de las incidencias derivadas de la pandemia sanitaria.
La normativa pretende establecer las pautas que seguirá la UDC en sus procesos de formación a alumnos que cursen sus materias combinando la asistencia a las clases con la estancia en sus hogares y la modalidad a distancia mediante herramientas tecnológicas. El número de horas presenciales totales del formato semipresencial no podrá exceder el 28% del número total de horas de dedicación según los créditos europeos de la titulación, un sistema que mide el trabajo que deberán completar los alumnos para adquirir los conocimientos, capacidades y destrezas necesarias para poder superar su plan de estudios. Los estudiantes que opten por la modalidad a distancia podrán emplear algunas horas presenciales de forma excepcional, menos del 10% del número total de horas de dedicación.
La docencia en ambas modalidades exigirá al alumnado que disponga de materiales de estudio adaptados a cada contenido didáctico que combinen textos con elementos interactivos como archivos de audio y vídeo, animaciones, gráficos o enlaces a páginas de internet. Los profesores, por su parte, deberán adaptar sus propios contenidos, guías de estudio y pruebas de evaluación a la nueva modalidad docente, según refleja el artículo de la normativa referido a los recursos de aprendizaje.
La planificación de las enseñanzas de los títulos impartidos de forma semipresencial o sin pasar por las aulas tendrá que incluir procedimientos adecuados para la comunicación telemática entre profesores y alumnos y el establecimiento de procesos de interacción a través de videoconferencias, chats o foros. Cada centro universitaria deberá además “velar por que la calidad de los materiales elaborados, las actividades formativas y los recursos materiales que se usen sean los adecuados”.
Un aspecto que puede crear polémica en el uso de estas modalidades es la evaluación de los alumnos y la responsabilidad de estos al examinarse cuando no estén en las aulas. Un artículo del nuevo reglamento señala que se establecerán mecanismos adecuados para garantizar la identidad de los estudiantes y la autoría y originalidad de las pruebas y trabajos realizados. Uno sería la presencialidad del sistema de evaluación y otro, la “combinación de tecnología y recursos humanos que permita garantizar la identificación de los alumnos y el control en las pruebas realizadas a distancia”. El mismo artículo indica que serán sancionables la suplantación de personalidad, la utilización de materiales o dispositivos no autorizados durante las pruebas y la copia o actuación fraudulenta en las mismas.
La normativa mantiene el derecho de los estudiantes a revisar sus actividades de evaluación que señala el reglamento de la docencia presencial. El alumnado tendrá asignada a un tutor o tutora para atender consultas, calificar tareas, hacer seguimientos o realizar tutorías. Contenidos, recursos, actividades y procesos de evaluación deberán figurar en guías docentes de modalidad semipresencial o a distancia. Y los profesores habrán de acreditar experiencia o formación específica orientadas a estas dos modalidades docentes.
