Los presidentes de la Autoridad Portuaria y de Puertos del Estado, acompañados por directivos de cada entidad, mantuvieron ayer una reunión telemática en la que trazaron líneas estratégicas para el desarrollo de los muelles de Batería y Calvo Sotelo cuando dejen de tener actividad portuaria por el traslado al puerto exterior. Las medidas estudiadas se apoyan en soluciones desarrolladas en otros puertos españoles que en los últimos años han afrontado su integración en la ciudad y mejorado la calidad urbanística en sus entornos.

El Puerto y Puertos aspiran a diseñar “la fórmula más apropiada” para gestionar el desarrollo de los muelles urbanos teniendo en cuenta la implicación que las intervenciones planteadas tendrán para cada administración, para lo cual convocarán a las partes afectadas en próximos encuentros.

Este es el propósito que persigue también la alcaldesa, Inés Rey, quien a finales del año pasado anunció que invitaría por carta a todas las administraciones y organismos implicados en la transformación de la fachada marítima de la ciudad y el futuro del Puerto a un encuentro para tratar el asunto y definir actuaciones. La cita aún no se ha convocado, está condicionada por las agendas de los invitados, apuntaron fuentes municipales hace unos días.

Martín Fernández Prado y Francisco Toledo hablaron también sobre la situación financiera del Puerto de A Coruña, condicionada por la deuda por la construcción del puerto exterior en punta Langosteira. Parte del endeudamiento, 200 millones de euros, es con Puertos del Estado por la concesión de un préstamo para esas obras. La conexión ferroviaria, con proyecto pero sin financiación, fue otro de los temas de conversación.

Fernández Prado ha mantenido en las últimas semanas otros encuentros con la alcaldesa de A Coruña, el alcalde de Arteixo y los responsables de otras administraciones para plantear objetivos comunes centrados en la transformación de los terrenos portuarios, el tren a Langosteira y la situación financiera.