La Concejalía de Urbanismo concedió una doble licencia de rehabilitación a los propietarios del inmueble del número 54 de Riego de Agua que albergaba en su bajo a La Gran Antilla, un comercio tradicional coruñés con más de 130 años de vida y que acabó bajando la verja tras el primer estado de alarma, en 2020. Los dueños solicitaron permiso para la “rehabilitación parcial” de “galerías, ventanas y pintura de la fachada”, ahora cubierta con redes de seguridad, y para realizar el mismo tipo de intervención parcial en el interior de “un inmueble”. La petición fue atendida por el Gobierno Local apoyándose en el visto bueno que le otorgó la comisión del Plan Especial para la Ciudad Vieja y Pescadería (Pepri).

Estas obras para las que ya tienen luz verde permitirán a los propietarios remozar su cara exterior, una de las más emblemáticas del barrio de Pescadería, incluidas “las galerías, su carpintería”. Según fuentes municipales, se rehabilitarán también “los elementos exteriores del bajo” con sus característicos detalles ornamentales. La intervención en el interior se circunscribe únicamente a la vivienda tipo duplex de los pisos superiores.

La autorización sigue las directrices que marca el alto nivel de protección interior y exterior que tiene el edificio. El blindaje estructural afecta también al escaparate, a los rótulos, a las esculturas de sus molduras y a prácticamente todos sus elementos, que serán los rehabilitados en los próximos meses. La salvaguarda de este edificio histórico es alta y no solo afecta al bajo, que debe mantener los elementos y su función comercial, sino también a las cuatro plantas del inmueble. Durante décadas y en los últimos años la Gran Antilla fue pastelería y cafetería, dominando la entrada de Riego de Agua a través de la calle Real y acompañando al teatro Rosalía, al otro lado de la calle. Una puerta en el callejón del Ángel hacia La Franja servía de entrada para su horno. Es uno de los comercios con mayor protección de la zona, por encima de otros establecimientos emblemáticos que se encuentran a escasos metros como La Bombilla.

Más permisos

Entre más de un centenar de expedientes que resolvió en las dos últimas semanas la concejalía de Urbanismo, Vivenda, Infraestruturas e Mobilidade que dirige Juan Díaz Villoslada, hay otras cinco licencias para realizar obras de importancia que se concedieron en los barrios de Pescadería y Ciudad Vieja. Una para un inmueble de la misma vía, en el 17, para obrar en “el bajo” que hasta hace unos meses acogía El Baúl de los Recuerdos, ahora casi enfrente. Dos calles en paralelo, hacia el mercado de San Agustín, se encuentra el número 9 de la Florida, a escasos metros de la plaza de María Pita, para el que hay autorización para una “reforma del edificio”. Entre los permisos también hay uno para la reforma de la cubierta de la iglesia de Santo Nicolás, otro para la reparación de “fachada y cubierta” en Santiago, 1, al otro lado de Puerta Real, y un tercero para la “consolidación y rehabilitación” del inmueble de Real, 57.