Salgado y Liñares, en pie en primer término con los miembros de su estudio de arquitectura. | // LA OPINIÓN

Uno de los mayores reconocimientos profesionales que puede recibir un arquitecto español es el Premio de Arquitectura que concede cada dos años desde 1993 el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (Cscae). Esta distinción la merecieron en la década de los noventa dos profesores de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de A Coruña, Manuel Gallego Jorreto y César Portela por el Museo de Belas Artes de la A Coruña y la estación de autobuses de Córdoba, respectivamente. En 2021, la Universidad coruñesa vuelve a estar presente en el cuadro de honor de estos premios al haber reconocido el Cscae por primera vez a dos egresados de la escuela del campus de A Zapateira. La institución nacional ha concedido su último Premio de Arquitectura a los gallegos Alfonso Salgado y Francisco Liñares por la construcción del complejo turístico de Albeida, en el ayuntamiento coruñés de Outes.

La obra premiada constituye un valor de explotación de la riqueza turística de Galicia mediante la armonía entre lo natural y lo artificial, el patrimonio y la transformación, lo popular y lo contemporáneo. Sus autores han querido apostar por “el respeto al territorio” para canalizar una intervención rehabilitadora en tres edificaciones tradicionales reconvertidas en nueve alojamientos que adoptan la forma de cabañas. “La buena arquitectura siempre es sostenible. Nuestro referente es popular, siempre traído al presente en diálogo con la arquitectura contemporánea, que no pasa por encima sino que convive con lo tradicional. Se trata de una intervención en lo existente pero no desde lo mimético, sí dando soluciones a la naturaleza”, expone Alfonso Salgado.

El jurado del premio, del que formó parte Gallego Jorreto, destacó el “orden musical” que transmite el complejo de Albeida. Un concepto de “musicalidad” que los autores vinculan al origen de los alojamientos turísticos. “En estas construcciones vivió y trabajó Rodrigo Romaní, músico fundador de Milladoiro. Tenía su estudio de grabación, y la música siempre estuvo presente en nuestra intervención, se representa incluso en soluciones como el uso de madera para las celosías que tienen las cabañas y que evocan las cuerdas del arpa que tocaba Romaní. La música es armonía sobre todo y la arquitectura tiene que ser armonía”, explica Francisco Liñares. El primer álbum de Romaní tras dejar Milladoiro, en 2000, se titula Albeida.

Salgado y Liñares, separados por nueve años, trabajan juntos desde 1999, año en el que el segundo se graduó en la Escuela de Arquitectura. La “tercera pata” de su equipo la representa el ingeniero Manuel Liñares. Han diseñado viviendas unifamiliares, interiores y diversos trabajos de urbanismo, y también se han especializado en construcciones turísticas como las de Albeida, un complejo que forma parte de la oferta de la empresa Do Artesanato, que a través de Cabañitas del Bosque tiene siete grupos de cabañas en el municipio de Outes.

Todos fueron concebidos por Salgado y Liñares, con soluciones que integran la vegetación con los elementos constructivos de los edificios, apoyos que levantan sus estructuras de madera del terreno sin dañar las raíces de los árboles; en el interior, la concatenación de celosías domina el mobiliario y los espacios abiertos permiten conectar estrechamente a sus ocupantes con el paisaje. “Se mantiene la esencia natural, ese diálogo con el territorio”, resumen sus autores.

La Escuela Técnica de Arquitectura de A Coruña se manifiesta estos días orgullosa del premio concedido a quienes una vez fueron sus alumnos. De hecho, el proyecto turístico de Albeida forma parte de los contenidos de Crítica Arquitectónica, una asignatura coordinada en el Máster de Arquitectura por Fernando Agrasar, docente y exdirector del centro.

Menciones para dos proyectos coruñeses

El Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (Cscae) reconoció en sus últimos premios más de un trabajo con huella coruñesa. En el trono gallego que encabeza el complejo turístico de Albeida como Premio de Arquitectura 2020 hay un espacio para la rehabilitación del Arquivo Histórico Provincial de Ourense, obra de Xosé Manuel Casabella y José Luis Martínez Raído, y otro para la construcción del Centro Social de Cornido en Carnota, con firma de Juan Creus y Covadonga Carrasco, ambas merecedoras de mención. Casabella y Martínez transformaron el convento de San Francisco de Ourense en Arquivo Histórico a través de una restauración de elementos singulares de cantera de la fachada principal y la restauración de la sala capitular y del claustro gótico. La intervención abarcó cuatro años de trabajo. “Fue una obra compleja en la que adaptamos un edificio del siglo XIV a una instalación aprovechable para uso público, usando piedra y madera y modernizando la iluminación creando conexiones de fibra”, explica Casabella, quien destaca que el valor de estas distinciones permite “ensalzar el colectivo profesional de arquitectos gallegos”. En la aldea de Cornido en Carnota, el coruñés Creus y la ribadense Carrasco diseñaron un proyecto “humilde” demandado por los vecinos, la construcción de un pequeño edificio social de poco más de 60 metros cuadrados. Se trata de un cubo de hormigón que literalmente sale de un talud verde con vistas a la aldea, el monte y la playa con el mar al fondo, en un desnivel que no sobresale por arriba sino que cede su cubierta ajardinada como mirador y espacio público. La obra se inauguró en el verano de 2019.