“45.000 euros por 203 metros cuadrados. ¿Alguien en su sano juicio pagaría esta cantidad de dinero por este trozo de terreno? Un terreno en donde no puedes hacer nada porque pasa el gasoducto que abastece a la ciudad y las aguas residuales”, manifiesta Yolanda Cedeira sobre el problema al que se enfrenta su familia por el expediente de normalización de fincas puesto en marcha por el Concello y a causa del cual se ve obligada a comprar a la administración municipal una pequeña parcela que permitirá alinear su propiedad con la calle Camiño ao Martinete, que une la carretera a los Baños de Arteixo con el lateral de Marineda City más próximo al casco urbano.

La carencia de salida a la vía pública impedía la empresa Sidesa Real Estate —integrada en el grupo de juego Egasa— construir en un terreno vecino al de la familia Cedeira, por lo que solicitó al Concello una normalización de las fincas del entorno. Esa operación incluye que la familia Cedeira tenga que alinear su propiedad, con vivienda en la carretera a los Baños de Arteixo y una amplia parcela sin edificar en la parte trasera, con el Camiño ao Martinete, ya que en la actualidad existe un triángulo de reducidas dimensiones entre la acera y el cierre de su finca que pertenece al Concello y que debe ser adquirido por los propietarios mediante el pago de 45.000 euros.

Pero Yolanda Cedeira recuerda que esa falta de alineación es consecuencia de que cuando se construyó la calle para la apertura de Marineda City, se varió el tamaño de su finca, lo que implicó, además, que el terreno perdiera su condición de edificable, que recuperará con la adquisición ahora de esos 203 metros cuadrados. Fuentes municipales explicaron a este periódico que los afectados están obligados a abonar los 45.000 euros y que la conversión de la parcela en edificable incrementará su valor de forma notable, por lo que saldrán beneficiados.

“Se nos exige que cumplamos todos los requisitos para construir aunque no vayamos a hacerlo. Y todo por el mero hecho de que el vecino va a construir”, se lamenta Cedeira, quien menciona que la empresa que promovió la normalización de fincas ya adquirió el suelo que le exigió el Concello, que rechazó las alegaciones y el recurso de reposición presentados por la familia, y que incluso ha comenzado las obras que pretendía poner en marcha con su solicitud.

“En plena pandemia, crisis económica y estado de alarma, cuando las administraciones deberían ayudar a los ciudadanos con rebajas fiscales, ayudas económicas... ¿se concibe que el Ayuntamiento exija a una familia pagar 45.000 euros antes del 22 de febrero sin ninguna otra alternativa?”, critica Cedeira sobre la actitud municipal en este caso.

El hecho de que bajo el terreno que deben comprar discurran una canalización de gas y otra de saneamiento hizo que el Concello redujera el valor de la parcela, pero no lo suficiente, según Cedeira, quien se pregunta si un coche solo rebaja un 20% su precio por tener dos ruedas en lugar de cuatro.

Las alusiones a una futura ganancia económica con la recalificación de su propiedad no alivian el disgusto de la familia ante la obligación de hacer frente al pago de los 45.000 euros en los próximos días, ya que Yolanda Cedeira se pregunta: “¿Pueden los dirigentes tener un poco de empatía con nosotros y ponerse en nuestros zapatos? ¿A qué distancia se encuentran los representantes públicos de los ciudadanos cuando dictan tales órdenes sin tener en cuenta la parte más importante de todas las decisiones, las personas?”.