“Si queremos que A Coruña crezca, no nos olvidemos que aquí va a seguir el Puerto. Si en un momento dado hace falta terreno para nuevas empresas, que tengan esa posibilidad”. Las palabras de Juan Carlos Corrás, presidente de la Lonja de A Coruña, reflejan gran parte del sentir y de las demandas del sector ante el proceso de reordenación de la fachada marítima, abierto a debate en los últimos días por el plan de la Universidade de A Coruña encargado por el Concello y por la llegada de Martín Fernández Prado a la presidencia de la Autoridad Portuaria.

La pesca reclama su sitio, “una reserva de espacio” y cierto margen de maniobra en un futuro para que la situación estratégica de los terrenos liberados “sirva también como polo de atracción, no solo para el presente”, sino que suponga “un llamamiento para las empresas que aún no se han instalado, que sepan que tienen un buen espacio para hacerlo y para crear puestos de trabajo”, asegura el secretario general de Pescagalicia y vicepresidente de la Lonja, Torcuato Teixeira. “No hay que quedarse cortos. Sería lamentable que se tuviesen que ir a otros lugares o a otros puertos por no tenerlo aquí”, apunta de un sector que mueve 5.000 empleos directos y 15.000 indirectos en la ciudad y que está abierto a expandirse de la mano de firmas derivadas del sector y de la conocida como economía azul.

El documento de la UDC, encargado por el Concello y con el que la Autoridad Portuaria marca de momento distancia, reconoce a la pesca como “un sector estratégico” en las directrices para el futuro del Puerto y no recoge ninguna línea en la que se intuya cambios en la ubicación para la Lonja o su actividad básica. Teixeira valora “la voluntad política”, aunque echa de menos en la propuesta “un mínimo de sensibilidad” de haberse puesto en contacto con el sector de manera previa antes de redactarlo para conocer sus necesidades y algo más de concreción en algunos aspectos, relacionados con la reserva de suelo para socios comerciales. “Cuando entramos en que se van a resolver concesiones próximas a lonja, nos preocupa”, adelanta.

“Es fundamental mantener todas las actividades productivas (astilleros, talleres, grandes superficies comerciales...)”, puntualiza y concreta: “Que tengan la posibilidad de establecerse en la nueva ubicación con garantías suficientes. Son actividades que no pueden estar en otro lugar. Que se les diga que no va a haber problema. Demandamos eso y no lo vemos en el documento claramente”. Corrás avanza que se producirá una reunión en la Lonja la próxima semana para analizar el texto en profundidad. “Hay industrias relacionadas que necesitan su espacio en esa futura zona y que se les pueda reubicar”, añade.

El texto para la reordenación del espacio portuario interior reconoce que “A Coruña es uno de los principales puertos de pesca fresca del mundo” y cifra su volumen de negocio “en primera venta en 80 millones”. Esta potencialidad le convierte, a su juicio , “en uno de los principales activos del Puerto”, con lo que cree que “la generación de actividades que crean valor añadido a la pesca es una importante línea industrial a potenciar a corto y largo plazo”.

En ese sentido, en el muelle de San Diego y en sus “14 hectáreas”, con empresas con concesiones hasta 2027, coloca entre sus objetivos “sustituir las actividades actuales por otras más blandas ligadas a la economía verde y azul, y a la innovación, atrayendo a empresas que busquen la calidad del entorno edificado”. Todo con la idea de “mantener el empleo en esta área, ligándolo a nuevas actividades para que el puerto interior siga siendo un motor económico de la ciudad”. Se pone como reto para la zona que “las acciones a corto, medio y largo plazo se deben mover entre la rehabilitación y la regeneración para acoger actividades que colonicen la trama existente, liberando espacios intermedios para espacios libres y equipamientos, a medida que se vayan sustituyendo las edificaciones actuales”.

El director del Observatorio do Litoral y catedrático de Derecho de la UDC, Francisco Javier Sanz Larruga, es uno de los expertos que participó en la confección de la propuesta, de la que defiende su carácter “abierto” y la “prioridad” que se le ha dado al sector pesquero. “Una de las ideas es intentar que el Puerto sea productivo al máximo, que no sea una mera cuestión de reordenación urbanística de usos ciudadanos. Tráfico de pasajeros, pesca, contenedores.... No hay ninguna restricción en el documento”, puntualiza.

Ciencias marinas y museo

Esa reserva de espacio para socios comerciales actuales y futuros es la primera de la lista entre las demandas, pero surgen otras reivindicaciones. “Se ha comentado la idea de aglutinar (en los terrenos liberados) un centro de investigaciones, una especie de ciudad de las ciencias marinas. De hecho, el Oceanográfico tiene instalaciones antiguas y podría estar ahí”, cuenta Teixeira, mientras Corrás daría la bienvenida a firmas “tecnológicas vinculadas a la investigación”. Y, de fondo, el anhelo del Museo del Mar, “una equipación importante que A Coruña merece y que podría ser incluso un atractivo turístico”, afirma Teixeira.