Un hombre acusado de agredir sexualmente a su mujer, además de delitos de malos tratos, amenazas y lesiones, ha negado los hechos y ha alegado que es impotente, en el juicio que se ha celebrado en la Audiencia Provincial de A Coruña.

Frente al relato del procesado, su esposa en el momento de los presuntos hechos --se divorciaron con posterioridad-- ratificó su declaración y también la existencia de amenazas verbales durante los 40 años en los que estuvieron casados, además de algún episodio de violencia física a ella.

También negó que su actual exmarido fuese impotente en el momento de los hechos y que ella mantuviese una relación con otra persona, como sí sostuvo el hombre en su declaración. De hecho, alegó que fue una vecina la que le dijo que su mujer le era infiel y que el día de los hechos denunciados, cometidos presuntamente en 2016, él se lo recriminó.

Negó, sin embargo, que la hubiese amenazado, golpeado o insultado, así como la agresión sexual. Solo aseguró que le dijo que "avergonzaba a la familia". "No la golpeé, eso solo lo hace un bruto", ha apostillado.

Mientras, rechazó que hubiese episodios de violencia durante su matrimonio en su vivienda de Malpica y que, por ese motivo, sus hijos se fuesen pronto de casa. "Es un complot por el dinero", ha dicho en referencia a estos y su exmujer.

En su escrito de calificación, la Fiscalía pide para el acusado una pena de 15 años de cárcel, igual que la acusación particular. En él, sostiene que el hombre vigilaba a su mujer que, en su declaración, dijo que la encerró en alguna ocasión, algo que el hombre también rechazó. Solo admitió que la "miraba de lejos, poco tiempo". "Miraba a dónde iba, no le prohibía".