La Universidade da Coruña (UDC) convoca un concurso para otorgar una autorización para ocupar y utilizar tres naves y un centro de pruebas de la antigua fábrica de armas antes de que se reforme para la Ciudad de las TIC. La duración del uso de estos espacios será de 18 meses, prorrogables por un único plazo de seis meses, por lo que, como máximo en dos años, la adjudicataria tendrá que abandonarlos. La convocatoria se abre después de que la UDC haya recibido una petición para entrar en estas naves y poner la maquinaria actual en funcionamiento. Solo podrán solicitar la autorización las empresas que desarrollen su actividad económica en el ámbito de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).

Según las bases de la convocatoria, el destino de estos espacios es, de forma exclusiva, el desarrollo inicial de la iniciativa denominada Centro de Fabricación Avanzado, donde exponer proyectos, construir prototipos y efectuar lanzamientos de productos. En esto se basaba el proyecto industrial presentado en septiembre por el Grupo Iffe y la compañía vasca Tecnalia, primer centro privado de investigación aplicada de España, que había sido rechazado por la Universidade. Las dos empresas pretendían aprovechar los equipos que todavía se encuentran en las naves.

Ni la Universidad ni el Grupo Iffe confirmaron ayer si la propuesta de este grupo es la que ha propiciado la actual convocatoria. Iffe, con sede en San Pedro de Nós, aseguró ayer que está evaluando concurrir al concurso. La sociedad ya se había presentado en 2014 para conseguir la concesión de la fábrica de armas, que finalmente el Ministerio Defensa otorgó a Hércules de Armamento, que no llegó a poner en marcha su proyecto industrial.

Según la convocatoria, durante un máximo de dos años se podrán utilizar las tres naves y el centro de pruebas de Pedralonga, mientras no se sometan a reforma las instalaciones para la Ciudad de las TIC. El rector de la UDC, Julio Abalde, explicó ayer a este diario que hay otras naves vacías, por lo que la rehabilitación para crear el parque tecnológico comenzará por ahí, antes de llegar a las naves que ahora se permiten ocupar.

Por esta concesión, la empresa adjudicataria deberá pagar cada mes trece euros, más IVA, por metro cuadrado. Además, asumirá los gastos del espacio, como la luz, el agua o la calefacción, y está obligada a mantener las naves tal cual están, sin obras de reparación, excepto pequeñas reparaciones.

Para la adjudicación, la Universidade da Coruña valorará que las candidatas aporten infraestructuras comunes para actividades de l+D vinculadas a la Ciudad de las TIC y que cuenten con un proyecto de I+D que se desarrollará en las instalaciones cedidas. Se tendrá en cuenta la organización y ejecución de actividades comunes relacionadas con la promoción social de la investigación y el desarrollo tecnológico en el sector, así como la transferencia de tecnología y el retorno económico a la UDC. De hecho, se valorará “especialmente”, como detalla la convocatoria, la aplicación de resultados de proyectos de l+D realizados por el personal docente e investigador de la Universidade.

El concurso se resolverá en un plazo máximo de seis meses, que comenzarán a contar pasados los 30 días que se abrieron ayer para presentar ofertas, por lo que este mismo año las instalaciones de Pedralonga podrían recuperar su actividad.

Fue hace un año cuando Hércules de Armamento abandonó la planta de Pedralonga, propiedad del Estado. El Ministerio de Defensa y la UDC firmaron la resolución por la que la institución académica obtuvo la concesión demanial de la antigua fábrica de armas por un periodo de 25 años prorrogables hasta 50.

El proyecto de la Ciudad de las TIC, impulsado por la UDC y el Clúster TIC, nace para que se instalen y convivan empresas del sector de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, además de Universidade da Coruña y centros tecnológicos especializados. También prevén reservar espacio para start-ups o empresas de nueva creación.