Las librerías del centro de A Coruña se han unido para alertar de los continuos robos que se están cometiendo en sus establecimientos en los últimos meses. Los propietarios de estos locales aseguran que se trata de un grupo organizado que vende los artículos robados en tiendas de segunda mano. La asociación de libreros de A Coruña (Libac) ha convocado una reunión para la próxima semana en la que se planteará presentar una denuncia colectiva ante la policía.

Un empleado de Alita Cómics, Toño Vilaverde, se enfrentó a los asaltantes el pasado sábado, y fue víctima de una agresión que ya ha denunciado. “Por la mañana, pillé a un chico in fraganti. Devolvió todo y me pidió disculpas. Pero por la tarde volvió, comprobé en las cámaras qué hacía y había robado, así que salí detrás de él cuando se fue”, recuerda. La sorpresa llegó cuando se le “encaró”, apunta Vilaverde. “Lo detuve y le dije que me diese los productos. Tenía la mascarilla bajada y me mordió un dedo”, asegura. Pese al incidente, logró recuperar el material. “Me fui a la Casa del Mar y después presenté una denuncia con el parte de lesiones”, añade.

Para el librero, esta es una situación “inédita” pues nunca había tenido que afrontar “un problema de robos”, pero ya estaba al tanto de que a otros compañeros de profesión les estaban faltando libros y otros artículos en venta. En Santos Ochoa, ubicada en Teresa Herrera, los ladrones se llevaron plumas y bolígrafos por un valor superior a los 800 euros, material que fue localizado en una tienda de segunda mano de la ciudad. “Estamos en una tensión diaria”, exponen desde Moito Conto, donde también ha habido robos. Al principio, la dueña no fue consciente de qué estaba ocurriendo, pero su albarán no cuadraba. “Creemos que hay una banda que cree que es muy fácil robar en las librerías. Además, si les dices que no pueden pasar, porque ya los tenemos identificados, te insultan y gritan”, informa Esther Gómez.

Arenas y Santos Ochoa de Marineda City también han sufrido estos asaltos. “Tenemos una gran sensación de inseguridad”, sentencia el presidente de Libac, Ramón Domínguez, que estos días ha instalado cámaras de seguridad en su librería, Formatos. “Es un tema que nos preocupa mucho por el volumen y la regularidad de los robos, además de que hay una organización detrás”, añade.

Los libreros se reunirán la próxima semana para decidir qué hacer ante esta situación, aunque su propuesta inicial, indica Domínguez, es realizar una “denuncia colectiva”. “También queremos reunirnos con la policía”, desvela, a la vez que lamenta que estos robos obligan a los libreros a estar alerta cuando entran los clientes.