La cumbre entre administraciones por el futuro del Puerto, celebrada ayer en el Palacio de María Pita, puso de manifiesto la “difícil” situación financiera de la entidad coruñesa, que condiciona el progreso de inversiones claves que están pendientes desde hace tiempo, como la conexión ferroviaria al puerto exterior, y complica su sostenibilidad económica, determinada por el elevado endeudamiento por la construcción de la dársena de punta Langosteira. De la reunión entre el Estado, la Xunta, la Diputación, el Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria quedó claro que el Gobierno central no va a condonar la deuda, como reclamaban las administraciones local y autonómica, y que, el tren, todavía sin plazos para su licitación, se financiará a través de fondos europeos siempre que el Estado apruebe un estudio de viabilidad económica de la infraestructura que ha reclamado al Puerto.

La transformación de los muelles urbanos también se abordó en la cita, convocada por la alcaldesa, Inés Rey, aunque esa reordenación de terrenos y usos, sobre la que el Concello ya ha promovido propuestas a través de un estudio que encargó a la Universidad, queda ahora supeditada a los acuerdos que tratarán de alcanzar las administraciones implicadas en una comisión de trabajo. En este marco de acción se dará forma, en el plazo máximo de seis meses, a un nuevo protocolo que sustituirá a los convenios firmados en 2004 para la construcción del puerto exterior, según avanzaron el Concello y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

Perdonar la deuda, como han reclamado el Ayuntamiento y la Xunta, es “imposible”, aseguró el presidente de Puertos del Estado. “El marco regulatorio no lo permite”, aclaró. Francisco Toledo rechazó agravios comparativos y justificó que al Puerto de Valencia el Gobierno central no lo liberó de la carga de 420 millones de euros por la Copa América de vela y las carreras de Fórmula 1 porque la entidad no formaba parte del consorcio creado para aquellas celebraciones deportivas. A lo que sí se compromete el Estado es, añadieron Toledo y también Inés Rey, a reestructurar la deuda del Puerto coruñés. De entrada, con una moratoria hasta 2035, por la cual el ente portuario, que tenía que empezar a devolver en 2021 el crédito de 200 millones de euros concedido por Puertos del Estado por las obras de Langosteira, y del que solo ha pagado hasta ahora los intereses, no comenzará a amortizarlo hasta dentro de catorce años.

Esta moratoria queda, sin embargo, vinculada a la “rentabilización de activos” del Puerto, según comentaron Rey y el presidente portuario, Martín Fernández Prado, y confirmó el Ministerio de Transportes en un comunicado. Fuentes próximas al encuentro apuntan que la administración estatal defiende la obtención de financiación para la deuda con suelo portuario y fuentes municipales aclaran que en ningún caso se verán afectadas la actividad pesquera ni las parcelas del entorno de La Solana y O Parrote.

El tren a Langosteira, una infraestructura capital para la operatividad el puerto exterior, tiene terminado su proyecto de construcción y su coste se estima en 140 millones de euros. Han pasado nueve años de la llegada del primer buque a la dársena exterior, pero en la cita institucional de ayer no se concretó ningún avance relevante para la puesta en marcha del enlace ferroviario, como esperaban algunas administraciones. Lo único seguro que adelantó el Estado fue la prórroga, hasta junio de 2023, de la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto, como avanzó LA OPINIÓN la semana pasada, para evitar su caducidad el próximo mes de junio.

Los organismos estatales (Adif, Puertos del Estado) descartaron costear el proyecto y se comprometieron a “analizar las vías de financiación del acceso a través de fondos europeos”. Pero para dar validez a esta vía es necesario que antes el Estado apruebe un estudio de viabilidad económico-financiera del tren al puerto exterior que ha demandado al Puerto, y que este le remitió el pasado viernes. El secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Transportes, Sergio Vázquez Torrón, resaltó más de una vez que el “principal problema del Puerto es su viabilidad financiera” y recalcó que para que la conexión por ferrocarril pueda optar a la inversión de la Unión Europea “necesita un estudio sobre su rentabilidad sólido”.

El presidente de Puertos del Estado, Francisco Toledo, quien lamentó “la situación financiera difícil a la que ha llegado el Puerto”, explicó que las dudas que provoca el tren a Langosteira se deben a la pérdida de sus tráficos de carbón por el cierre de la central térmica de Meirama, lo que obliga a la entidad a determinar la “rentabilidad económica y social” que justifica la inversión ferroviaria, como también adelantó este periódico. Toledo cifró en un 25% la caída en los tráficos del Puerto coruñés entre 2015 y 2020, en contraste, añadió, con el incremento del sistema portuario “en su conjunto” en el mismo periodo. “También ha perdido un 80% del tráfico ferroviario, que estaba basado en el carbón”, apuntó.

El presidente del Puerto, Martín Fernández Prado, reconoció la “tensión financiera” derivada de la construcción de las instalaciones de Langosteira, aunque destacó que el de A Coruña es el principal puerto del noroeste español en movimiento de graneles agroalimentarios y que con la dársena exterior ha sacado tráficos peligrosos de los muelles urbanos. Se mostró “abierto al diálogo” para buscar una alternativa a los convenios portuarios de 2004 y calificó la reunión de ayer como “un paso más hacia un sueño de ciudad”.

La alcaldesa, al igual que el presidente de la Diputación, Valentín González Formoso, consideran el encuentro como “histórico”, por posibilitar la primera cita en 17 años entre todas las administraciones implicadas en la construcción del puerto exterior. “Desde 2004 no se sentaban las administraciones para hablar y llegar a acuerdos sobre el futuro del Puerto y de la ciudad. Tenemos la obligación de convertir el Puerto en la gran oportunidad que es para el desarrollo de la economía, para la mejora de la calidad urbana y para el futuro de A Coruña”, destacó Inés Rey. “La provincia necesita ser competitiva y salimos ilusionados de la reunión porque vemos voluntad por que el tren sea una realidad”, añadió el presidente de la Diputación, que calificó de “meditado” el plazo de seis meses para analizar la situación del Puerto.

La Xunta, representada en la cumbre de ayer por la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, y el delegado territorial, Gonzalo Trenor, se mostró en cambio “profundamente decepcionada” por más de un aspecto: la falta de concreción respecto a la obra del tren, la negativa a condonar la deuda portuaria y “la falta de respuesta sensible a la voluntad de la ciudad de recuperar terrenos portuarios para el uso público”, destacó Vázquez, que reivindicó el protocolo de 2018, nunca traducido en un convenio, por el que la Xunta, entre otros pasos, se comprometía a pagar 20 millones de euros para garantizar la titularidad pública de los muelles de Calvo Sotelo y la Batería.

Panorámica de parte de los muelles urbanos de la ciudad. | // CARLOS PARDELLAS

Marea alerta de que se puede reactivar la venta de los terrenos y el BNG critica las dudas del Estado sobre el tren

Marea Atlántica avanzó ayer que convocará “de inmediato” la Comisión Especial do Bordo Litoral, organismo que preside, para que el Gobierno local “rinda cuentas” de la cumbre institucional celebrada ayer, tras considerar en primera instancia que el encuentro fue “decepcionante”, entre otras razones, por no señalar el inicio de las obras de la conexión por tren al puerto exterior. “Hasta conocer de primera mano los detalles seremos prudentes en la valoración, pero lo que se traslada es muy decepcionante. Ni condonación de la deuda, ni plazos reales para la llegada del tren a Langosteira”, comentó la portavoz, María García. “Inés Rey tiene lo que quería, una foto, pero la ciudad sale de esta cumbre con las manos vacías. Las administraciones no parecen estar a la altura de lo que A Coruña precisa, y el Gobierno del Estado menos que ninguna otra”, añade. Marea considera que son “muy graves” las declaraciones del presidente de Puertos del Estado, Francisco Toledo, “asegurando que en Valencia fue legítimo condonar 400 millones de deuda derivada de la Copa América y la Fórmula 1”, y pone en duda la reestructuración del endeudamiento anunciada por las administraciones. “Pediremos más datos, ya que solo afectaría al préstamo de 200 millones, pero exigiría seguir pagando y engordando los intereses. Y, más grave, esconde la intención de mantener la venta de los terrenos portuarios para hacer caja. De ser así, no es una buena noticia para A Coruña. Supone perpetuar la hipoteca sobre los muelles”, advierte García. El BNG destaca de forma positiva que de la cumbre se extrajese la conclusión de que es “obsoleto e inaplicable” el convenio de 2004 por el que la Xunta, el Estado y el Concello articularon la construcción y financiación del puerto exterior. Por el contrario, critica al presidente de Puertos de Estado por “enrocarse en su oposición a la condonación de la deuda” del Puerto y se muestra preocupado por que el Gobierno central tenga dudas sobre la viabilidad del proyecto del tren a Langosteira para optar a fondos europeos. “No puede ser que por un lado se rechacen las enmiendas del BNG a los Presupuestos para financiar esta obra estatal y al mismo tiempo se expresen reservas sobre su viabilidad. Para el Gobierno no estamos ante una obra prioritaria”, destaca el BNG. El grupo del PP expresará hoy su valoración sobre el encuentro entre las administraciones, tras un pleno extraordinario.