Con la relajación de las restricciones sanitarias para frenar los contagios de coronavirus y la apertura de las terrazas, los agentes de la Policía Local y de la Nacional ven multiplicado su trabajo, ya que además de sus tareas normales, de prevención de la delincuencia y ayuda a los ciudadanos, han de vigilar que se cumplan las normas sanitarias, también en los locales de hostelería, es decir, que solo tengan a disposición de los clientes el 50% de las mesas de la terraza y que los clientes lleven la mascarilla puesta en todo momento, salvo en el de comer y/o beber.

La Asociación Profesional de la Policía Local denuncia que, si bien este fin de semana y el que viene habrá una media de doce o catorce vehículos patrulla en la calle —con aproximadamente dos agentes cada uno—, a partir de este fin de semana, estos efectivos se reducirán a la mitad. “Al entender que ya no estamos en riesgo extremo de contagio, se rompen los grupos estancos que se habían creado en la Policía local para este nivel de alarma. Es paradójico, porque cuantas menos restricciones hay para la población, más trabajo tenemos nosotros, y menos personal en calle vamos a ser”, explica el portavoz de la asociación, Manuel Freire.

Los organizaciones con representación en la Policía Nacional, Sindicato Unificado de Policía (SUP) Confederación Española de Policía (CEP), Unión Federal de Policía (UFP) y Sindicato Profesional de Policía (SPP) denuncian que la desescalada ha supuesto un incremento de sus tareas, como por ejemplo, la vigilancia del cumplimiento de los cierres perimetrales, pero no de su personal, ya de por sí mermado, porque A Coruña debería tener 901 agentes y cuenta con 743. Se quejan también de que se les ha encomendado realizar fotografías de las terrazas y sus clientes, algo que consideran que no está en sus atribuciones y, menos todavía, cuando han de hacerlas con sus móviles personales.

Los sábados, domingos y festivos, la Policía Nacional cuenta con cuatro o cinco patrullas en la calle —dependiendo de si hay alumnos de prácticas o no— en cada uno de los turnos que hacen los agentes: mañana, tarde y noche. De lunes a viernes, se suman dos o tres patrullas más en cada turno de mañana y de tarde de la Unidad de Prevención y Reacción, y otras dos más de la Brigada Móvil, que prestan servicio en estaciones y transportes. El SUP denuncia que no se han incorporado refuerzos para hacer frente a las nuevas tareas, que tienen que compaginar con otras, como la prevención de los robos en los comercios.

Denunciados 9 bares por exceder aforo y horario

La Policía Local de A Coruña sumó el pasado sábado —entre los turnos de día y de noche— 113 denuncias por incumplimientos de las medidas contra el coronavirus, de las que nueve corresponden a establecimientos de hostelería: seis por exceso del aforo permitido y tres por incumplir el horario de cierre y seguir sirviendo bebidas pasadas las seis de la tarde. En la zona de As Conchiñas el 092 tramitó 18 actas: seis por no llevar mascarilla, cuatro por reunión no permitida de más de cuatro personas, dos por fumar sin distancia de seguridad, cuatro por botellón, una a un local por fomentar el consumo de bebidas en el exterior y otra a un total de cuatro personas por desobediencia y negativa a identificarse con motivo de haberse denunciado alguna de las infracciones anteriores. Además, el propietario de un local fue denunciado por negarse a identificarse ante los agentes. La infracción más recurrente fue no usar mascarilla, por la que se notificaron 44 denuncias. Los agentes localizaron botellones, motivo por el que denunciaron a 31 personas, dos de ellas por la noche en el parque de Santa Margarita. En un local que incumplió el horario de cierre había cinco personas que fueron sancionadas por no llevar puesta la mascarilla e incumplir el toque de queda, según la información facilitada ayer por el Gobierno local.