Octavio Villazala, el director del centro canino Montegatto, estaba ayer “triste” por haberse tenido que despedir del que fue su compañero durante casi quince años, el perro Fusco, quizá el can de palleiro más querido en el audiovisual gallego y en los centros sanitarios y asistenciales, porque participó en muchas ocasiones en programas con mayores y con personas con diversidad funcional.

Cuenta Villazala que Fusco llegó a su vida siendo un cachorrito de la mano del presidente del Club Can de palleiro, que se lo regaló para que conociese la raza. Entonces, no empezaron bien. “Yo estaba acostumbrado a los pastores alemanes, y Fusco me parecía un perro tímido, no me gustaba. De hecho, lo llegué a subir al coche para devolverlo, pero después, le volví a mirar a la cara y pensé que no, que me lo quedaba”, confiesa Villazala. Fue una decisión de la que nunca se arrepintió porque, al poco tiempo, llegó su hijo y se volvieron inseparables. “Cuando vino de África, se convirtió en su mejor amigo, en su cuidador, en su amigo”, explica Villazala, tanto, que el perro dormía con el pequeño y este solo iba a los recados si Fusco iba a su lado. “Tiene historias muy bonitas, pasamos muchas cosas juntos, entre ellas, mi cáncer... Uno de mis amigos, que se murió joven, pasó los últimos días en casa. Una noche, me lo encontré hablándole, abrazado a él y el perro le escuchaba y lo miraba”, comenta emocionado. No fue el único. “Otra persona que también se estaba muriendo pidió volver a Fusco antes de irse”, relata. Y es que, este can de palleiro atesoró muchas vivencias, más allá de la época en la que “saltó a la fama”, cuando protagonizó uno de los anuncios de la campaña Gadis y, también, cuando participó en películas y series, como Fariña.

Gracias a su labor en centros de investigación y de terapia, que lo llevaron a conocer hospitales, cárceles, geriátricos y centros de menores, recibió la medalla de oro por su trabajo. En diciembre de 2016, Fusco hizo su última aparición pública, para pasar sus últimos años lejos de los focos y con una vida más tranquila, aunque siempre rodeado de los suyos y de las personas que necesitaban su compañía

El centro canino Montegatto comunicó ayer, en Instagram, el fallecimiento de Fusco. También la cadena de supermercados Gadis se despidió de su protagonista, con una foto en sus historias.